La Sociedad Nacional de Agricultura (SNA) presentó los resultados de su Primera Encuesta de Robo Agrícola, evidenciando el fuerte impacto que ha traído consigo la delincuencia en el campo a nivel nacional.
El sondeo, divulgado el pasado martes 18 de marzo, fue respondido por más de mil personas y reveló que el 80% ha sido víctima de robo durante el último año; de ellos, el 40% ha sufrido este tipo de ilícito en tres o más ocasiones.
El estudio, además, muestra que la delincuencia agrícola es transversal, afectando tanto a pequeñas como medianas y grandes empresas.
Este escenario a nivel país no es muy diferente al que atraviesa la provincia de Biobío. En la zona, "se han realizado algunos catastros a nivel de grupos GTT y de otro tipo de organizaciones de agricultores que trabajan en forma conjunta y efectivamente se corrobora los indicadores y la estadística que tiene la SNA con respecto a la importancia que está teniendo dentro de la estructura de costos el ítem de seguridad y nueva compra de equipos robados por parte de los agricultores", relató el ingeniero agrónomo del Centro de Estudios Agropecuarios Ceagro Chile, Boris Solar.
Solar explicó que -en la actualidad- cuando los agricultores sacan sus cuentas, en vez de volver a comprar un producto y designarlo al ítem relacionado con un insumo, se agregó un nuevo costo dentro de la agricultura que es aquel asociado a la seguridad y siniestros por robo.
En este contexto, agregó pasó a ser un ítem relevante en el entendido que existen comunas tremendamente afectadas por los robos, especialmente en el área eléctrica.
Respeto a esto último, Mulchén es la más afectada por el robo de cables y transformadores eléctricos en la provincia de Biobío. "Uno de los grandes problemas que tienen los agricultores no solo dice relación con el robo material y lo que cuesta reponerlo, sino que el efecto que tiene en la producción porque se roban justo en los momentos en que los agricultores están ocupando; por lo tanto, tiene consecuencias en la producción porque no pueden regar y no llegan con el agua a tiempo", explicó Solar.
Otro gran problema en la zona frutícola, y que incluso también afecta a la provincia de Malleco, está relacionado con la sustracción de agroquímicos desde sus bodegas, lo que implica que deben reponer esos productos.
Aquí el problema, según Solar, radica en la necesidad de aumentar los costos en cuanto a vigilancia -como la implementación de cámaras de seguridad-, lo que incurre en un costo adicional que no debería suceder en la agricultura.
Asimismo, aseguró que las cifras que ellos manejan son muy parecidas -proporcionalmente- a las que indica la Sociedad Nacional de Agricultura y que, finalmente, pasó a ser un costo relevante por cada hectárea productiva de un agricultor.
El costo asociado a estos hechos delictuales dependerá de cada agricultor afectado; sin embargo, existen algunos a los que les han sustraído hasta 30 millones de pesos de agroquímicos desde sus bodegas.
Boris Solar relató que hace años cuentan con un plan de trabajo ejecutado a través de la Sociedad Agrícola de Biobío (Socabío), para generar programas en sistemas de patrullajes o trabajo en conjunto con Carabineros en las comunas afectadas.
"Por otro lado, también hay un trabajo que se hace con los agricultores, a través de un grupo WhatsApp que se llama Alerta Biobío y que permite comunicarnos para los eventos en que están ocurriendo siniestros para evitar e informar a las personas ante situaciones de socorro, de ayuda o simplemente informar en los sectores donde están siendo afectados en esa semana, porque los ladrones andan moviéndose de un lugar a otro", añadió Solar.
Sin embargo, Solar observó con cierto pesimismo el futuro a mediano y largo plazo en esta materia: "Mientras no hayan acciones más duras por parte de la autoridad con respecto a la persecución de este tipo de delitos y de apoyo para tener sistemas de prevención más eficaces, la delincuencia continuará en aumento, porque, como las penas y el sistema de persecución son tan débiles, implica que este tipo de delincuentes simplemente se envalentó a seguir robando en lugares que inclusive, en la actualidad, tienen protección privada".
A su juicio, "eso ha aumentado en el número de delincuentes, además que se ha transformado también en crimen organizado porque -muchos de ellos- son bandas que planifican este tipo de delincuencia".
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