El Programa de Recuperación de Suelos del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) ha destinado $654 millones para beneficiar a 561 agricultores del Biobío, lo que ha permitido mejorar 1.023 hectáreas mediante planes de manejo que restauran las propiedades productivas de tierras degradadas.
Marcelo Jelves Azócar, ingeniero agrónomo y encargado regional del programa, explicó que esta herramienta gubernamental, convertida en ley desde 2010, tiene como objetivo principal "ayudar a los agricultores a trabajar suelos que han tenido un detrimento por razones climáticas o del trabajo del hombre".
Jelves indicó que muchos suelos han perdido la riqueza nutritiva superficial con el tiempo. "La idea es incentivar, a través de algunas prácticas, recuperar esos suelos y que no se sigan dañando", señaló.
El especialista detalló que la recuperación "tiene que ver con mantener siempre una cobertura vegetal en el suelo y que no esté desprovisto de estos". Esta práctica, continuó, "asegura la captura de agua y se incorporan nutrientes, lo que genera mayor vida en las primeras capas de suelo", precisó.
El ingeniero agrónomo explicó que cuando los suelos presentan problemas de acidez, no permiten que muchos cultivos se desarrollen adecuadamente. Por eso se incorporan productos para elevar el pH y aumentar la productividad.
"El contenido de fósforo, normalmente bajo en esta región, también limita el crecimiento de las plantas", advirtió el encargado del programa. En estos casos se incorporan fertilizantes para agregar ese nutriente y facilitar la absorción de otros elementos.
Otro enfoque del programa apunta a suelos con abundantes matorrales o piedras, los que son eliminados para convertirlos en superficie agrícola. "El Programa de Conservación de Suelos busca evitar la erosión o pérdida de suelo por la lluvia o trabajo del hombre", indicó Jelves Azócar.
Agregó que mediante este instrumento también se busca "mejorar las condiciones del suelo, dándole mayores propiedades de desarrollo de microorganismos a través de cobertura vegetal".
Las praderas constituyen la cobertura vegetal que protege los suelos de la erosión. "Nosotros entregamos el incentivo, y esa pradera el agricultor la ocupa en alimentación animal", explicó el encargado regional.
En lugares con problemas sustantivos de pérdida de suelo, especialmente en terrenos con mucha pendiente, se implementan acciones relacionadas con la recuperación de vertientes que se están perdiendo.
El programa también mejora la utilización de las praderas existentes "a través de la subdivisión con cercos permanentes o movibles para el manejo de las praderas", detalló Jelves.
Todas las prácticas incluidas en el programa "están enfocadas principalmente a cuidar el suelo, mantener la vida y mejorar los niveles de fertilidad para el desarrollo de los cultivos", explicó el representante de Indap.
"Esperamos que con estos recursos, y viendo el agricultor las mejoras que ocurren sobre el suelo, adopte estas prácticas de forma habitual", manifestó.
El especialista
considera este "uno de los programas más relevantes a nivel productivo", porque permite que el agricultor comprenda que sin cuidar el recurso del suelo, su producción no será la adecuada.
La postulación se realiza mediante concurso durante los últimos meses del año, para contar con resultados en la temporada agrícola siguiente. Sin embargo, durante emergencias climáticas se aplica asignación directa, donde se presenta un proyecto, se evalúa y se financia.
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