Señora directora:
Un excanciller chileno ha bautizado con mucha precisión la frustrada estrategia de las “side letters”, que demoró la aplicación del TPP11, como un “devaneo inútil”. En diversos ámbitos de la acción gubernamental vemos ciertos “devaneos inútiles”, esto es, insistir en propuestas de base ideológica a pesar de ser inviables, es decir, perder un tiempo valioso para el país a cambio de nada. En el ámbito previsional se propone todo el 6% para reparto y un monstruo burocrático estatal (APA) a cargo de la administración de todas las cuentas. En la reforma tributaria se insiste con el impuesto al patrimonio sabiendo que en ninguna parte del mundo ha dado resultado y que tiene consecuencias muy negativas.
José Luis Hernández Vidal