No hay dobles lecturas para el resultado del plebiscito de salida del domingo último. El triunfo de la opción Rechazo al texto constitucional propuesto por la Convención Constitucional fue contundente, incluso más allá de las mejores proyecciones de sus propios partidarios.
Si en la víspera se conjeturaba de un resultado estrecho, la decisión de la ciudadanía - que acudió en masa a sufragar - fue categórica en contra del documento elaborado por los constituyentes.
Para Lucas Serrano Barraza, director de Administración Pública Advance de la Universidad San Sebastián y director de Asuntos Públicos de Observa Biobío, “las razones de un triunfo tal holgado serán múltiples y nos va a tomar varios días y semanas estudiarlas todas”.
A la hora de repasar los hitos de la votación, destacó que la victoria del Rechazo es “súper transversal porque gana en casi todas las comunas de Chile, en todos los distritos electorales, en todas las regiones y en todos los grupos etarios. Saca mayor diferencia no en el grupo mayor que es más conservador, sino que entre los 30 y 50 años. También triunfa en todos los estratos socioeconómicos y con mucha fuerza en los estratos más bajos. Gana en las regiones y en todas las que tienen fuerza presencia indígena y muy fuertemente en las 10 comunas con mayor presencia indígena donde el rechazo no bajó del 78%”.
A juicio del experto, “quizás está sensación de sorpresa se deba a que estaba más instalada una retórica a favor del Apruebo porque mucho del indeciso y el votante nuevo - debido al voto obligatorio - no expresó su opinión, pero se fue en masa hacia el rechazo. Hubo una lógica de la espiral del silencio, hubo mucho silencio respecto a votar rechazo, muchas personas lo guardaban, no lo expresaban”.
Al cabo, añadió Lucas Serrano, “todo se reduce a que lograron convencer mucho más a los votantes moderados. Sin hacer una campaña extraordinaria, posicionaron mejor sus ideas”.
¿QUÉ SE VIENE POR DELANTE?
Al ser consultado por los posibles escenarios que se avecinan a raíz del resultado electoral en el plebiscito de salida, el especialista consideró que “estamos en un terreno bastante novedoso de nuestra historia institucional y política”.
“La verdad es que si nos ceñimos al Acuerdo por la Paz de la madrugada del 15 de noviembre de 2019, no vemos una claridad frente a este escenario. Nadie preveía que esto debía ocurrir”, añadió.
Aunque, a su juicio, ya se han observado señales como las reuniones del Presidente Gabriel Boric con los líderes del Senado y la Cámara de Diputados y los encuentros con los dirigentes de los partidos políticos, apuntó a que “no hay apuro en hacer las acciones tan desesperadas”.
De acuerdo a Serrano, “hay que aprender del proceso constituyente que terminó el domingo en un fracaso. No hay que tener miedo de tomarse los tiempos. Ahora hay un momento de mucha autocrítica, de entender el resultado. Hay muchas variables que explican este resultado y el hecho que fuera una elección muy binaria lleva a que no sea tan fácil de leer. El gobierno y el oficialismo deben hacer una introspección porque quedan en una situación muy difícil”.
Aunque dijo que lo ocurrido “era parte de las reglas del juego al postularse en este ciclo presidencial, con un plebiscito a los seis meses del mandato se corría el riesgo de enfrentar un escenario de este tipo. Este el escenario más desfavorable para el gobierno por esta derrota tan fuerte”.
Por lo pronto, abogó para que Ejecutivo haga “una autocrítica y un mea culpa para salir fortalecido. Al Gobierno le quedan tres años y medio de mandato, los cuales deberá surcar de la mejor manera posible. Es quizás un momento importante para ver la capacidad de gobernar, de poner a sus huestes y al oficialismo firmes detrás de Gabriel Boric. El oficialismo se debe cuadrar detrás del Presidente”.
El experto sentenció que dentro de la semana “tienen que darse las primeras luces de cómo articular un proceso hacia seguir con los cambios por una nueva constitución que, me parece, es lo más importante y transversal en este momento. Se debe respetar el espíritu del plebiscito de entrada en el sentido de querer cambiar la constitución, que incluya una mayor participación del pueblo”.