Crónica Ciudadana

Cuando los niños no comen: El problema de la falsa percepción y sus consecuencias

Nutricionista local advierte sobre las problemáticas que pueden acarrear en los niños con un diagnóstico erróneo de los padres.

El problema de los falsos diagnósticos en la alimentación de los niños
Niños no quieren comer / FUENTE: El Mundo

Uno de los temas que hoy en día más preocupa a los padres de niños entre 0 a diez años de edad es cuando sus hijos no quieren comer. Las razones se deben a múltiples factores y sus causas no necesariamente están relacionadas al simple hecho de lo desobediente que pueda ser el niño. Por eso, hay un problema que los padres sin darse cuenta están ocasionando a sus hijos: nos referimos a los falsos diagnósticos.

Para abordar esta temática primero hay que preguntarse: ¿por qué los niños dejan de comer? De acuerdo a la nutricionista del CESFAM Sur de Los Ángeles en entrevista con Diario La Tribuna, Ángela Molina Arias, esto se debe a aspectos que van desde los emocionales hasta fisiológicos, por una enfermedad o por un trauma que le sucedió a un niño al momento de ingerir una determinada comida.

"Comer es un acto voluntario, fisiológico y necesario. Cuando el niño no quiere comer se asocia primeramente a las ganas que tiene o no el niño de ingerir alimentos. Pero también se puede sospechar algún tipo de enfermedad", señaló la profesional, para luego agregar que: "En muchos casos -añadió- esta dificultad alimentaria se asocia a un trauma, a una restricción de parte de los padres, por malos ejemplos de ellos, en el cual la alimentación ya no es algo entretenido y necesario para los niños, sino que quieren saltárselo por algo".

Debido a lo anterior y ante la desinformación respecto al tema, Molina señaló que en base a su experiencia recibe muchas consultas en donde los padres le aseguran determinados diagnósticos de sus hijos, pero que en realidad están lejos de ser precisos. 

Ángela Molina / Propia
Ángela Molina Propia

"Esta es una típica consulta que tenemos nosotros como nutricionistas, en donde llegan los padres con sus hijos pensando que están en un bajo peso o no están comiendo bien solamente por la ", indicó. "Al momento de ser evaluados nutricionalmente nos damos cuenta que no es así, que al realizar la anamnesis necesaria al niño en donde se pregunta todo lo que comió ayer y su frecuencia semanal, nos damos cuenta que el niño simplemente come bien su porción, que es variada en su alimentación y este es un tipo de conductas erróneas que tienen los padres es un falso problema, en el cual el niño está bien y se alimenta bien".

Consecuencias de una falsa percepción

Un ejemplo que da a conocer la profesional es cuando los padres sobre exigen la alimentación de sus hijos, dándoles comidas de más con porciones de adultos, creyendo que eso mejorará el hábito y la rutina alimentaria de los retoños. Por eso una interpretación errada de los padres sobre la baja alimentación de sus hijos puede arrastrar diversas consecuencias como lo son las enfermedades, que si no son detectadas a tiempo podrían ocasionar perjuicios al niño en su etapa de adulto.

"Una de las consecuencias es la sobrealimentación, que el niño acceda a alimentarse en un volumen que no sea adecuado para su edad puede acarrear un sobrepeso, obesidad que más adelante podría traer problemas cardiovasculares como lo son la hipertensión, índices elevados de glicemia o colesteroles en niños, que ya ocurre en niños que tienen colesteroles elevados por sobre el rango normal", expresó.

Para no caer en percepciones erradas sobre la alimentación de sus hijos, la nutricionista fue enfática en mencionar los pasos a seguir que deberían tomar los padres. "Básicamente mantener los controles al día en los Cesfam. Los niños tienen controles anuales desde que nacen hasta los diez años, que es el Control Niño Sano y después empieza un control de los diez hasta los 19 años que es el Control Adolescente, en el cual todas estas preguntas se pueden solucionar con la atención de un profesional".

"Lo otro más caseramente es percibir que el niño queda saciado con cierta cantidad de alimentación. Entender que el niño es activo alimentándose de la cierta forma que lo hace, que no baje las notas, que no es un niño soñoliento, que no es un niño apático y entender que hay niños y niños y que hay volúmenes y volúmenes de comida", agregó.

Cabe recordar que para solicitar atenciones a nutricionistas en tu Cesfam respectivo puedes hacerlo ingresando al portal online www.telesalud.gob.cl.




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