Hasta la tarde del jueves, aún se realizaba la limpieza y remoción de las aguas que anegaron el sector del comercio por calle Villagrán, y de los terminales de buses rurales de Los Ángeles, debido a las precipitaciones que causaron el desborde del estero Quilque.
Esto llevó a que parte de las empresas de transporte, así como de los administradores de los terminales, tomaran medidas para resguardar la continuidad del servicio, así como de los trabajadores y quienes se movilizan por el sector.
En el Terminal IslaJacoop, durante el jueves, se vio interrumpida la llegada y salida habitual de los buses rurales, principalmente porque el desborde obstruyó en gran medida la entrada y salida del recinto, así como también contribuyó el corte de calles que realizó Carabineros para despejar el agua de las principales arterias del entorno.
El encargado del terminal rural IslaJacoop, Luis Benítez, informó que durante el jueves "Carabineros suspendió la entrada y salida de los buses, así que sólo están pasando por la calle José Manso de Velasco hasta que el río baje un poco y podamos salir".
Esta situación se mantendría de seguir el sistema frontal, sin embargo durante la tarde se habría reanudado la frecuencia de entrada y salida de los buses de forma regular desde los mismos andenes del terminal.
Benítez reconoció que la emergencia "por supuesto afecta a los buses que no pueden salir de las diferentes comunas, y al comercio que está dentro del terminal también porque no hay gente. Cuando se salió el estero, estuvimos acá, no nos inundamos completamente, no nos alcanzó a las oficinas pero sí al patio de maniobras que se llenó anoche y ahora quedó hasta la mitad".
En el caso del Terminal de Buses Rurales Vega Techada de Los Ángeles (terminal municipal), la administradora Yolanda Mellado Cid, relató que "hemos tenido una disminución de los buses, aunque se les ha entregado la facilidad a los horarios que puedan ingresar".
Precisó que los inspectores son los que están haciendo el ordenamiento, "cosa que no se nos produzca alguna situación compleja al interior".
Respecto de la emergencia, precisó que "el municipio, a través de la Oficina de Emergencia, ha monitoreado constantemente el pluviómetro del estero Quilque. En la noche del miércoles los funcionarios recurrimos a observar el tema al interior de nuestro terminal, donde nos percatamos que ya estaba ingresando el agua al Lote 6", que fue uno de los más afectados con 15 locales dañados, los cuales están a cargo de comerciantes adultos mayores.
El inspector del terminal, Alejandro Beroíza, detalló que a "contar del día lunes cuando empezó el tema de la lluvia constante, los empresarios se acercaron a los inspectores, a los cuales nos estaban avisando que salían menos buses porque la gente ya no estaba circulando tanto".
Debido a lo anterior, las salidas de buses de pasajeros desde el terminal municipal pasaron de una frecuencia de siete diarias a solo tres veces por jornada.
"La problemática más fuerte ha sido el tema de buses que vienen de Angol. De todas formas, es un tema momentáneo, pues pasado el mal tiempo, todo vuelve todo a su normalidad".
Armando Chávez Muñoz, también inspector municipal en el área del terminal de buses municipal, recalcó que "todo está coordinado con los demás servicios públicos, en este caso, Carabineros de Chile, quien ha sido el regulador de las circunstancias de tránsito para el acceso y salida de los buses al ingreso del terminal. Todo ello va a depender siempre de cuánto duren las condiciones climáticas que hoy en día se están suscitando en la comuna".
