Crónica Ciudadana

A dos semanas de robo: "No es una broma ni un chiste cuando irrumpen en tu lugar de trabajo"

Regresamos al quiosco donde la reconocida trabajadora agradeció las innumerables muestras de preocupación y solidaridad.

Vecina del quiosco, Diario La Tribuna
Vecina del quiosco / FUENTE: Diario La Tribuna

Han pasado dos semanas desde que Alicia Bascuñán, una angelina que hace ocho años trabaja en el quiosco ubicado en la calle Valdivia, entre Lautaro y Colo Colo, en pleno centro de la ciudad, se percató que delincuentes habían ingresado para robar, provocando además diversos destrozos.

A pesar del miedo y la inseguridad tras el incidente, reconoció que ha retomado su rutina diaria, apoyada en su fe y en la solidaridad de sus clientes que, desde temprano, acostumbran a llegar al quiosco donde ofrece galletas caseras, empanadillas, pan pita o pan integral, entre muchos otros productos.

El robo, ocurrido en la madrugada del domingo 16 de junio, no solo derivó en una pérdida económica cercana a los 200 mil pesos. "En mi lugar de trabajo me acompaña Dios, ya se me quitó el miedo. Mis clientes han vuelto y siempre están preguntando cómo me siento. Hay un grupo de gente que me acompaña día a día".

Agregó que enfrentó días difíciles, "he superado el miedo y confiando en Dios nomás. Esto no es una broma ni un chiste cuando te irrumpen en tu lugar de trabajo. Es complicado porque te rompen tu tranquilidad y la confianza de poder estar acá. Pero ya volvió todo a la normalidad, y pidiéndole a Dios que cada día me acompañe".

Diariamente, Alicia comienza su jornada con una oración y se mantiene siempre activa y preocupada de quienes por años ya se han transformado en caras familiares en el quiosco que atiende desde temprano. "Lo primero que hago en la mañana es usar mis rodillas. Yo creo que esa es la única ayuda que tengo yo, mis rodillas y poder estar preparada para estar acá".

EN LO COTIDIANO

En su kiosco no solo vende productos, sino que también acostumbra a entregar palabras de aliento a quienes lo necesitan. "En el quiosco converso con muchas personas que pasan por acá, mucha gente que lo está pasando mal, que no tiene trabajo, que tiene graves enfermedades. Entonces, tengo que estar preparada para darles una voz de aliento, para decirles que tenemos que seguir adelante, que tenemos que ser fuertes mentalmente", comentó en entrevista con diario La Tribuna.

Tras el robo, los dueños del local realizaron las reparaciones necesarias y se reforzó la seguridad. "Todo esto es un gasto, más aún cuando ha estado lento el comercio. Yo me preparo para hacer mi trabajo que he hecho todos los días. Tengo una clienta que me pregunta cómo va el kiosco y yo le respondo que vamos bien porque tenemos que dejarlo de una forma lo más presentable, que llame la atención a nuestros clientes. Siempre les doy un consejo y les digo que si tus problemas tienen solución no te preocupes, y si no tienen solución para que te vas a preocupar".

Agregó que sus clientes habituales continúan visitando el quiosco, buscando sus productos favoritos. "Mis clientes siguen viniendo por galletas de avena, pan integral, pan pita para acompañar el desayuno, media mañana, a la hora de once", contó con optimismo.

Al mismo tiempo, destacó la importancia de no dejarse vencer por situaciones adversas, principalmente a las jefas de hogar: "Las mujeres podemos seguir adelante, como sea. Ese es un consejo para todas las mujeres".

En paralelo, agradeció el apoyo de los angelinos que han llegado hasta su lugar de trabajo. "Hay muchas familias que no lo han pasado muy bien, ya sea por las intensas lluvias, por las inundaciones, por las bajas temperaturas. A ellos les diría que somos seres creados por Dios y debemos usar la rodilla. Como digo yo, siempre la rodilla, y tener que levantarte en la mañana y darle gracias a Dios, que amanecimos y tenemos que seguir adelante. No nos podemos quedar llorando si tenemos una familia. Tenemos que estar siempre al frente, aprovechar el día que es un regalo".




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