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Un nuevo robo afectó a la parroquia San Judas Tadeo, ubicada en el sector norponiente de Los Ángeles, luego que un desconocido ingresara al templo y se llevara algunos elementos de valor simbólico de la comunidad religiosa.
La noticia fue dada a conocer por la Parroquia Santa María Madre de la Iglesia que, a través de su cuenta de Facebook, lamentó este hecho delictual ocurrido durante la madrugada del pasado jueves.
"En qué mundo estamos viviendo. Compartimos esta triste noticia que dio a conocer el Pbro. Javier Oses. Nuevamente un señor contribuyente entró a nuestro Templo de San Judas Tadeo a hacer destrozos y se llevó el copón, dejando esta vez al Señor Jesús desparramado", indica la publicación.
El párroco del templo San Judas Tadeo, padre Javier Oses, se refirió a esta lamentable situación, que otra vez afectó a la capilla situada en Avenida Padre Hurtado 770, en el sector Santiago Bueras.
En entrevista con diario La Tribuna, el religioso contó cómo sucedieron los hechos, ya que lo registraron en las cámaras de televigilancia.
"El individuo hizo fuerza por una ventana que está por un costado del templo y entró a una sacristía que estamos usando y donde también guardamos alimentos. Entonces, se nota que trajinó, dio vuelta unas velas y ahí con un fierro que usamos para abrir el portón fue derechito hacia el sagrario e hizo tira la puerta, llevándose el copón, mientras que las hostias consagradas quedaron desparramadas", señaló.
Robo a parroquia San Judas Tadeo 01 / Cedida
Robo a parroquia San Judas Tadeo 02 / Cedida
Robo a parroquia San Judas Tadeo 03 / Cedida
Robo a parroquia San Judas Tadeo 04 / Cedida
Como se indicó en párrafos precedentes, no es la primera vez en el año que la parroquia San Judas Tadeo fue vandalizada por delincuentes. En marzo pasado, este recinto sufrió los embates de los amigos de lo ajeno.
El 4 de marzo de 2024 se robaron el sagrario, que es una urna o caja donde se guardan las hostias consagradas que el sacerdote consagra en la misa para el sacramento de la comunión.
Fue por ese incidente que desde la parroquia se vieron obligados a poner cuatro cámaras de seguridad. Además, el sagrario que se ha venido utilizando en el último tiempo es de carácter provisorio.
El presbítero Javier Oses aprovechó la ocasión para entregar su punto de vista sobre el funcionamiento del sistema judicial chileno, junto con solicitar más resguardo policial en el sector.
"La delincuencia no la vamos a cortar, pero que haya más resguardo y se tomen medidas. Lo que pasa es que aquí alguien tiene que ponerle cascabel al gato, el que es delincuente es delincuente y está. Todos saben en Los Ángeles quiénes son los que roban, pero con esta cuestión garantista (del sistema judicial) que tienen que encontrarle hasta el último pelo al gato para recién ahí tomen a alguien preso... no me parece que sea el camino correcto", opinó.
El padre Javier Oses dio cuenta del dolor en la comunidad religiosa por el hecho delictual, que no tiene que ver con lo material, sino con el valor simbólico que representa para ellos.
"No estamos llorando por un vaso o un objeto de metal, el tema no es ese. Es como cuando en el Estallido Social se quemaban las iglesias, no es que nosotros lloremos porque se pierdan unas latas o de lo que esté hecho el templo, es porque justamente creemos que está Jesús ahí adentro y por eso nos da pena y nos duele", comentó.
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