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Un profundo malestar han expresado ex trabajadoras de la sede Los Ángeles de la Universidad La República (Ulare), quienes denuncian múltiples irregularidades que afectan a funcionarios y estudiantes. La casa de estudios, en respuesta a las denuncias, reconoce las dificultades económicas y asegura que busca soluciones para enfrentar las deudas acumuladas.
El pasado 30 de octubre, varias trabajadoras habrían sido despedidas de manera informal y, de acuerdo a las denunciantes, debido a que las cartas de desvinculación fueron entregadas sin permitirles revisarlas antes de firmarlas. Asimismo, se prometió pagar los finiquitos en un plazo de 10 días hábiles, lo que no se ha cumplido.
Además, las cotizaciones previsionales impagas no permiten que las ex trabajadoras accedan al seguro de cesantía. "Nos ofrecieron pagar un tercio de lo que se nos adeuda, en cuotas, algo que no puedo aceptar porque no es legal. Vivimos una situación estresante; aunque contamos con el apoyo de los estudiantes y funcionarios, estamos desamparadas", expresó Lirsay Galarce, quien fuera ex secretaria académica de la sede.
Los afectados denuncian que gran parte del personal lleva más de cuatro años sin pago de cotizaciones, y muchos no han recibido sus sueldos mensuales. Esta situación genera incertidumbre entre los trabajadores, quienes carecen de ingresos básicos para subsistir.
"He estado cinco años sin pago de cotizaciones y más de tres sin aporte al Isapre. Ahora no puedo cobrar mi seguro de cesantía. Me desvincularon de mala manera, sin el pago de octubre, y estoy a la deriva", añadió Galarce.
Además de los sueldos adeudados, los trabajadores reclaman el pago de indemnizaciones, feriados proporcionales y la aplicación de leyes laborales como las de Bustos y Karim.
La crisis de la sede angelina es reflejo de una situación que afecta a otras sedes de ULARE en el país, según denunció otra funcionaria: "Esta situación se repite a nivel nacional; los derechos básicos de los trabajadores están siendo vulnerados".
En paralelo, en octubre de 2023, este medio informó que la universidad adeuda más de $130 millones por el arriendo de un inmueble en Los Ángeles al empresario local Gerardo Godoy.
La crisis también golpearía a los estudiantes, especialmente a los que cursan la carrera de Enfermería, quienes enfrentan restricciones para realizar prácticas profesionales debido a una deuda de $65 millones que Ulare mantiene con el Servicio de Salud del Biobío.
Consultado por este medio, el rector nacional de Ulare, Fernando Lagos, ratificó que "se han realizado desvinculaciones en el marco del proceso de acreditación institucional y cierre de cinco sedes, incluyendo Los Ángeles. Esto fue informado previamente a las autoridades públicas".
Respecto a las deudas laborales y previsionales impagas, Lagos reconoció: "Estas se originan en administraciones anteriores. Hemos hecho pagos según nuestras posibilidades y estamos gestionando recursos frescos para priorizar estas obligaciones".
El rector concluyó asegurando que la situación ha sido comunicada oportunamente a funcionarios, docentes y estudiantes.
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