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La Sociedad de Ayuda Mutua de Profesores de Educación Básica, conocida como el Banco de Maestros, ha sido un pilar fundamental para los docentes de Los Ángeles durante más de seis décadas. En sus mejores años, reunió a más de 200 socios activos, consolidándose como una red de apoyo esencial para el gremio.
Sin embargo, en la actualidad, apenas 21 miembros activos continúan sosteniendo esta institución, ahora enfrentando el desafío de garantizar su continuidad.
La presidenta de la institución, Ana Ivonne Seguel Soto, rememora los inicios de la sociedad, destacando su propósito original: "Esta sociedad nació hace más de 60 años para brindar respaldo económico a los profesores. Proporcionábamos préstamos a bajo interés, vales para casas comerciales y farmacias. Fue un apoyo real para muchos", relató Seguel.
La estabilidad del Banco de Maestros comenzó a tambalear a principios de los años 2000, llegando a un punto crítico en 2015. Según la presidenta, "la crisis fue consecuencia de una mala administración de los recursos por parte de directivas anteriores. No se respetaron las normativas, lo que llevó a la quiebra".
Pese a ello, un grupo de socios decidió no rendirse. "Pensamos que no podíamos perder nuestra institución. Con los fondos remanentes, comenzamos a reconstruirla. Desde 2018, retomamos las cotizaciones a $5.000 mensuales, avanzando lentamente", explicó Seguel. Actualmente, los miembros activos destacan por su compromiso: "Todos pagan puntualmente sus cuotas. Respetamos el reglamento, que es clave para la estabilidad de cualquier organización", agregó.
Uno de los mayores desafíos es la falta de renovación en la membresía. La mayoría de los socios actuales son adultos mayores, y varios han fallecido en los últimos años. "Necesitamos gente joven, responsable, que quiera unirse. Si no hay renovación, nos extinguiremos", advirtió Seguel.
Rubén Darío Hermosilla Soto, profesor jubilado y miembro activo, comparte esta preocupación: "Los hombres pasan, las instituciones quedan. Si no entra savia joven, morirá de muerte natural", reflexionó. Además, recordó los beneficios que la sociedad le otorgó en el pasado, como vales para farmacias y supermercados, y enfatizó que la crisis también fue provocada por quienes no cumplieron con sus obligaciones de pago.
Según la presidenta, la sociedad sigue siendo útil, especialmente para jubilados que requieren préstamos pequeños. Además, ahora se abrieron las puertas a cualquier persona interesada en comprometerse con la institución y cumplir con las cuotas mensuales.
"No tenemos una sede, pero contamos con una casa que simboliza la voluntad de seguir adelante. Eso es precioso", destacó Seguel.
Quienes deseen formar parte de este esfuerzo colectivo pueden comunicarse al teléfono 432 232004 o al correo electrónico [email protected].
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