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El homenaje fue organizado por la "Agrupación de Ciclistas de Los Ángeles" y reunió a cerca de 400 personas, entre ellas la familia de Nova: su esposa, dos hijos y su hermano, quienes participaron en el acto con visible emoción.
El punto de encuentro fue al inicio de la Ruta Q-15, en las Conservas Castillo. Desde allí, los ciclistas, acompañados de globos blancos y negros y velas encendidas, pedalearon en caravana hacia el kilómetro 4 del camino, lugar donde ocurrió el fatal accidente el pasado 25 de diciembre.
"Que no se repita nunca más, no queremos más muertes en Los Ángeles", señaló uno de los voceros de la agrupación.
La tragedia ha provocado una profunda reflexión entre los ciclistas locales y la comunidad en general sobre la necesidad de mayor seguridad en las rutas y medidas más estrictas contra la conducción bajo los efectos del alcohol.
Según las informaciones ya emanadas, el conductor implicado en el accidente se encontraba en evidente estado de ebriedad al momento del atropello, lo que intensifica las críticas hacia la falta de control sobre esta problemática.
Nova, reconocido en su ámbito laboral, perdió la vida debido a un politraumatismo producto del impacto. Su muerte deja un profundo vacío en su familia, compañeros de trabajo y la comunidad ciclista, quienes han hecho un llamado a transformar el dolor en acciones que prevengan futuras tragedias.
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