La noche del domingo, un trágico accidente marítimo en Bahía Mansa, Osorno, conmocionó al país al cobrar la vida de al menos siete personas y dejar varios heridos tras el naufragio de una embarcación turística.
El incidente ocurrió cuando la lancha Río Cholguaco, que transportaba a un grupo familiar de 21 personas y otros pasajeros adicionales, colisionó contra rocas en el sector de Punta Tiburones, a cinco kilómetros del puerto de destino.
Testimonios de sobrevivientes, como el de Deisy Rivera, revelan el caos y desesperación vividos a bordo. Rivera relató cómo la embarcación sufrió desperfectos en el motor, se inundó rápidamente y los pasajeros lucharon por escapar.
La fiscal de Osorno, María Angélica de Miguel, señaló que la embarcación, con capacidad para 25 personas, transportaba a 34 pasajeros, muchos de ellos de pie o en el techo. Además, se detectó la falta de implementos de seguridad y la ausencia de un ayudante capacitado, requisito obligatorio para este tipo de operaciones. El capitán, Rodrigo Pailapichún, fue detenido y enfrentará cargos por cuasidelito de homicidio.
Entre las víctimas se encuentran cinco mujeres y dos hombres, la mayoría familiares. Dos mujeres fueron halladas sin vida dentro de la cabina, a 34 metros de profundidad. La búsqueda de los desaparecidos continuó durante la madrugada con el apoyo de lanchas privadas, la Armada, drones y buzos.
Por su parte, la Delegación Presidencial de Los Lagos confirmó que la embarcación no era parte de un servicio subsidiado por el Ministerio de Transportes, sino una operación particular con permiso vigente hasta el 31 de enero. Sin embargo, el registro de zarpe no coincidía con el número real de pasajeros, lo que agrava las acusaciones de negligencia.