Una madrugada de terror vivió la Central Hidroeléctrica Rucalhue, ubicada en la comuna de Santa Bárbara.
Doce individuos armados ingresaron a las faenas del proyecto, redujeron a los guardias de seguridad y prendieron fuego a 51 vehículos, en lo que ha sido catalogado como un atentado inédito.
El proyecto es propiedad de Rucalhue Energía SpA, filial de la empresa estatal china International Water & Electric Corp (CWE), conglomerado con vasta presencia internacional. La inversión total contemplada para la central asciende a US$350 millones.
El gerente legal de la firma, Diego Vio, reconoció que si bien el proyecto ha enfrentado manifestaciones ambientalistas, estas habían sido hasta ahora de carácter pacífico.
Una década de historia y oposición
La central ingresó al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA) el 16 de diciembre de 2013, obteniendo su Resolución de Calificación Ambiental (RCA) favorable en 2016.
Originalmente, la iniciativa fue desarrollada por la empresa chilena Atiaia Energía, vinculada al holding brasileño Cornélio Brennand. No fue sino hasta 2021 que la compañía fue adquirida en su totalidad por capitales chinos, quedando bajo el control de CWE.
Desde entonces, el proyecto ha enfrentado una creciente oposición de comunidades mapuche-pehuenche y organizaciones como Ríos Libres del Biobío, quienes acusan que la central afectaría lugares de significación espiritual y profundizaría la saturación hidroeléctrica en la zona.
A pesar de las críticas, el proyecto continuaba avanzando conforme a la normativa ambiental chilena, hasta que se produjo el ataque incendiario del domingo.
El conglomerado chino detrás de Rucalhue
CWE, fundada en 1955, es una empresa especializada en ingeniería y construcción de obras hidráulicas y eléctricas.
Ha ejecutado más de 800 proyectos en más de 80 países, con presencia en América Latina, África, el Sudeste Asiático y Medio Oriente.
La firma es una subsidiaria de propiedad absoluta de China Communications Construction Group Company Limited (CCCG), una de las mayores empresas estatales de infraestructura del mundo.
CCCG controla diversas filiales como China Harbour Engineering Company (CHEC) y China Road and Bridge Corporation (CRBC), y se especializa en megaproyectos de ingeniería civil, puertos, puentes y obras hidráulicas.