Crónica Ciudadana

Padre Giacomo Valenza celebrará en mayo 50 años de sacerdocio

El actual párroco de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro fue ordenado sacerdote en 1975, en la ciudad de Messina, Italia. 

Padre Giacomo Valenza celebrará en mayo 50 años de sacerdocio, Diario La Tribuna
Padre Giacomo Valenza celebrará en mayo 50 años de sacerdocio / FUENTE: Diario La Tribuna

Este 4 de mayo, la parroquia del Perpetuo Socorro en Los Ángeles será escenario de una celebración especial: el padre Giacomo Valenza conmemora 50 años desde su ordenación sacerdotal.

Medio siglo de vocación, entrega y servicio que comenzó en las costas de Sicilia y que hoy continúa con firmeza en la capital provincial de Biobío.

Nacido en Italia, más precisamente en la ciudad de Mesina ubicada en la región de Sicilia, Giacomo Valenza fue ordenado sacerdote en 1975, en la ciudad de Messina, a orillas del famoso estrecho homónimo que separa la isla del continente.

Allí, en la universidad salesiana y en la parroquia orionista, comenzó una vocación que ya desde la niñez mostraba señales claras: "Tenía prácticamente 12 años cuando entré al seminario. Siempre tuve el horizonte de ser sacerdote", recuerda.

Su vida sacerdotal ha estado dividida casi en partes iguales entre Italia y Chile.

Durante sus primeros 22 años de ministerio, trabajó en Sicilia, donde dirigió una escuela profesional ligada a la obra de Don Orione, formando a jóvenes tanto en lo espiritual como en lo laboral.

"Muchos volvían a agradecer diciendo ‘yo trabajo acá, tengo un buen sueldo’. Esa era la finalidad: formar buenos cristianos y buenos ciudadanos", expresó con orgullo.

En 1997, por obediencia misionera, su vida dio un giro definitivo. Aceptó el llamado del Superior General de su congregación y fue enviado a Chile, sin elegir destino, con el corazón abierto a lo que Dios quisiera.

Servicio pastoral en Los Ángeles

Su primera parada fue precisamente Los Ángeles, ciudad que conoció por primera vez hace ya casi 30 años, cuando se dedicó a la pastoral rural.

"Fue una experiencia hermosa, aún quedan catequistas y animadores que se formaron en ese tiempo", rememora con emoción.

Desde entonces, su ministerio ha recorrido diversas ciudades del país: Iquique, donde fue vicario general del obispado; Quintero, con recordados viajes a la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid; Santiago; y Rancagua, donde enfrentó el doloroso incendio de una parroquia y lideró una férrea carrera para su reconstrucción y la preservación de la histórica Gruta de Lourdes del lugar.

Hoy, a sus 78 años, el padre Giacomo continúa su servicio pastoral en Los Ángeles y asegura que mantiene la misma motivación de hace 50 años para continuar con su cometido.

"A esta edad uno más que nunca se siente en las manos del Señor. Mientras haya salud y fuerza, estoy totalmente disponible", dice con serenidad y convicción sobre continuar su servicio en Los Ángeles.

Su motivación sigue siendo la misma que lo impulsó desde joven: evangelizar, transmitir fe y amor por medio de las obras concretas del hogar que administra.  "Aquí estamos cerca del colegio y del hogar de ancianos. Eso no es solo asistencia, es una expresión de caridad. Esperamos que la gente, al ver lo que hacemos, sienta que Dios los ama".

Al hablar de estos 50 años, su voz se llena de gratitud: "He tenido muchas satisfacciones humanas, espirituales y apostólicas. Agradezco al Señor por esta vida, y espero seguir siendo digno de su predilección".

El próximo 4 de mayo, cuando la comunidad lo rodee en la celebración que ha preparado con cariño, el padre Giacomo no solo verá rostros conocidos, sino también sentirá el eco de cada lugar donde ha sembrado su trabajo y humanidad.

"Interpreto esta fiesta como un agradecimiento a Dios. De todos, no solo mío".




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