Como si fueran días festivos, los integrantes de la Agrupación “Salvemos Nuestra Casa de la Cultura Los Ángeles” debieran tener marcados en el calendario los hitos en el alambicado proceso para recuperar uno de los escenarios más característicos de la capital provincial durante buena parte del siglo pasado.
Es que la Casa de la Cultura, situada a menos de media cuadra de la plaza de armas de la ciudad, fue dañada seriamente por el terremoto de febrero de 2010. Parecía que uno de los espacios más tradicionales en Los Ángeles para las distintas expresiones del arte, había sido herido de muerte.
De hecho, un decreto municipal ordenaba la demolición del recinto que data de 1938 cuando fue inaugurado como Teatro Municipal. Ese hecho fue el desencadenante para la creación de la agrupación que, como primera medida, acordó pugnar por evitar que las retroexcavadoras pusieran fin a más de 80 años de historia.
Miguel Rivera, que preside la agrupación “Salvemos Nuestra Casa de la Cultura Los Ángeles”, recuerda ese hecho: “Lo primero fue oponerse a la demolición. No fue fácil porque se tuvo que lidiar con una indicación municipal. Revocar esa orden fue nuestro primer hito”.
El segundo hecho relevante ocurrió el 22 de noviembre de 2017 “cuando después de reunirnos con distintas organizaciones culturales e interesados, presentamos al Concejo Municipal de Los Ángeles las indicaciones sobre lo que queríamos que fuesen las reparaciones en la Casa de la Cultura”.
¿La principal petición? Básicamente que se mantuviera la característica nave central, que se mantuviera la actual capacidad de espectadores y que, como aspecto nuevo, se tuviera en cuenta la necesidad de un acceso universal a personas en situación de discapacidad.
Cinco años después, el pasado 14 de octubre, hubo otro hito. El Consejo Regional de Gobierno del Biobío aprobó el financiamiento por 160 millones de pesos para la etapa de diseño que implica la recuperación de la Casa de la Cultura. “Ese fue un día feliz y hasta emocionante”, acota el dirigente.
Se trata de una fase previa pero imprescindible para definir qué tipo de acciones se deben desarrollar para la restauración del edificio patrimonial. También se señala cuánto cuesta una obra de esa naturaleza. Una vez que el diseño esté concluido, se debe buscar el financiamiento para materializar los trabajos. Lo que viene a continuación es la licitación y ejecución de las faenas de recuperación.
“Estamos agradecidos que el gobernador regional Rodrigo Díaz cumpliera la palabra empeñada. Lo mismo con los consejeros regionales, además del alcalde y su equipo que cumplieron con el proyecto y subsanaron las observaciones”, destaca Rivera.
“Finalmente se toma el camino de recuperar este emblemático teatro para Los Ángeles”, añade aunque advierte que ya “son más de 12 años en que este edificio está en total abandono. No se han realizado obras para mantenerlo. Se encuentra a la intemperie y sufriendo los embates del clima”.
Por lo pronto, asegura que se podrán a disposición para “colaborar en todo lo que sea necesario para la recuperación de un escenario para nuestra actividad artística y también para dejar algo de patrimonio a las nuevas generaciones”.
Lo importante, a su juicio, es que la recuperación de la Casa de la Cultura sea lo antes posible “porque es una necesidad imperiosa de la comunidad. Nos hemos tardado un tiempo más que suficiente para recuperarla”.
También tuvo palabras para quienes dijeron que no era viable la recuperación del recinto: “Muchos profesionales nos dijeron que recuperar la Casa de la Cultura era técnicamente imposible por la cantidad de infraestructura cultural disponible en la comuna. Nunca consideramos que fuera una alternativa perder el teatro. Lo que hemos hecho hasta ahora es porque fuimos constantes, siempre de la mano de la comunidad. Pensamos que era posible y, sobre todo, necesario.
Será algo que podrán disfrutar miles y miles de personas más cuando vuelva a estar en uso”.
PLAZOS
De acuerdo a las estimaciones de Miguel Rivera, a fines de año o a principios de próximo se debiera licitar el estudio de ingeniería que debiera finalizar a fines de 2022.
El paso siguiente es la petición del financiamiento para la restauración lo que debiera suceder a principios de 2023 o en 2024.
Una vez iniciados los trabajos, la Casa de la Cultura “debiera estar lista para el uso de la comunidad a fines de 2025 o durante el año 2026”.