Por lo general el cuerpo humano usa oxígeno para crear energía, pero si en algún momento tu cuerpo se queda sin combustible y necesita recargar rápidamente, el ácido láctico (la metabolización de la glucosa) se produce rápidamente. Si pasa mucho tiempo, y exigimos cada vez más al cuerpo este ácido se acumulará, y nos dará sensación de ardor.
Además de hacer ejercicios para acostumbrar al cuerpo, también es bueno estirar de manera apropiada y comer alimentos que nos ayuden a mejorar la disminución del mismo.
AQUÍ ALGUNAS RECOMENDACIONES:
Beber abundante agua con todo lo que se ingiera: el agua nos hidrata, que a su vez ayuda al cuerpo a romper y procesar el ácido láctico. Tratar de incorporar alimentos como los pepinos y los tomates a la dieta nos hará muy bien.
Incorporar alimentos altos en proteínas: como las nueces, las semillas, el lino, la carne magra y la proteína de soja en la dieta regular. La proteína sirve para recuperar los músculos y proporciona el combustible necesario para que se desarrollen y logren manejar mejor la acumulación de ácido láctico.
Comer muchas verduras de hoja verde después del entrenamiento: elegir las verduras que son alcalinas, no ácidas, para ayudar a sostener el crecimiento sano del músculo y reducir la acumulación de ácido láctico. Verduras como el ya mencionado tomate, la espinaca, el brócoli y la col son alcalinas e ideales para reducir la acumulación de ácido láctico.
Comer frutas antes y después de ejercitar: las frutas como las manzanas, plátanos, y naranjas proporcionan una descarga de energía que ayudará a tu cuerpo a lidiar con el ejercicio difícil y a recuperarse luego de éste.
Tomar un suplemento de glutamina luego de tu ejercicio si al cambiar tus hábitos alimenticios no reduce en forma significante la acumulación de ácido láctico. Estos suplementos pueden ayudarte a incrementar la síntesis de la proteína y a disminuir el tiempo necesario de recuperación luego del entrenamiento.
El ácido láctico no es la causa del dolor muscular. Al realizar ejercicios o actividades de alta intensidad (como correr, subir escaleras, levantar pesas con altas resistencias) por un tiempo entre 30 segundos a 3 minutos de duración, empleamos fundamentalmente un sistema que genera energía para la contracción muscular, conocido como sistema del ácido láctico.
¿CÓMO APARECE?
El ácido láctico aparece dentro del músculo como consecuencia del procesamiento de un compuesto llamado glucógeno, el cual produce energía para la contracción muscular, esto sucede de la siguiente manera: cuando el ácido láctico empieza a acumularse en los músculos, éstos se tornan ácidos. En este momento en que los músculos no pueden soportar tanta acidez y este ácido láctico sale a la sangre, y de allí es llevado al hígado donde se procesa y puede ser almacenado en este para usarse como energía para la contracción muscular, o es convertido en otro compuesto llamado piruvato, que posteriormente también será transformado en energía para la contracción muscular.
Así pues, el ácido láctico de sustancia de desecho pasa a ser motor de la contracción muscular. No se acumula en los músculos sino en hígado para ser combustible de posterior uso.
Entonces, ¿por qué duelen los músculos después de hacer ejercicio? Se ha demostrado que el ácido láctico produce aumento de la capacidad para percibir el dolor en los músculos, esta sensación aumenta si la persona es sedentaria, por lo tanto, las personas mejor entrenadas tienen más capacidad de tolerar altos niveles de ácido láctico y enviarlo al hígado por medio de la sangre para su procesamiento, las personas sedentarias responden percibiendo mucha sensación de dolor y procesando más lentamente dicha acidez, esto puede cambiar por medio del entrenamiento. Por tanto, no es la acumulación del ácido láctico sino el estado ácido del músculo el que produce la percepción de dolor.
PARA EVITAR LOS DOLORES DESPUÉS DE UN INTENSO ENTRENAMIENTO O CORRER UNA LARGA DISTANCIA, TE RECOMIENDO ESTOS FÁCILES CONSEJOS:
No detenerse enseguida: Cuando llegues a tu meta, nunca te detengas de inmediato, sigue caminando, unos 10 a 15 minutos, así permitirás que nuestro corazón se calme, regule sus latidos, te oxigenes, evitando los desvanecimientos.
Elonga: Estira bien tus músculos y tendones, dedícale al menos 30 segundos a cada elongación. Inspira y expira aire, esto será de gran ayuda.
Actividad liviana: Y lo más importante para tu recuperación es al día siguiente de correr intensamente. Debes hacer una actividad física muy liviana, ejercicios de tipo aeróbicos, que te permitan eliminar la acumulación de Acido Láctico de los músculos y oxigenarlos. Por ejemplo, algo muy sencillo es salir a caminar, bailar, hacer suavemente bicicleta elíptica o estática, o un trote muy suave por no más de 30 minutos.
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