Entre voz cortada y lágrimas en sus ojos, el empresario gastronómico y emblemático dirigente de Deportes Iberia, Hernán Hernández Mera, finalmente oficializó su salida del club, dando a conocer sus razones que lo llevaron a traspasar sus acciones, renunciando a la institución de sus amores.
Dentro de su relato, narró el por qué hace dos meses decidió arribar nuevamente al cuadro Azulgrana. "Acepté el desafío el pasado 11 de mayo de presidir el club, porque sentía era un deber como angelino e iberiano, con el fin de ayudar a salvar al club de una situación que era muy delicada y difícil, la más complicada que hemos tenido en los últimos 20 años, que podría derivarlo en una desafiliación del club", precisó.
Explicó que el primer objetivo era salvar al club, se logró consiguiendo pagar deudas atrasadas y - dijo - "gestionando la boleta de garantía que como todos saben la puso don Carlos (Heller) la que se había transformado en a piedra de tope en la continuidad del club y que fue el motivo por el cual nos descontaron puntos en el Campeonato".
Añadió además, que asumió el desafío con mucho entusiasmo y con el orgullo de presidir una institución la que forma parte del ADN de la comuna y la Provincia.
A partir de aquello, manifestó, "queríamos general un proyecto institucional. Sin embargo, esos sueños no pudieron cristalizarse. Hoy no tenemos infraestructura si un par de pelotas que no quedan muchas, y un par de timbres, pero tenemos el sentido de pertenencia en la comunidad que eso no se puede perder", expresó.
"Me sentí ninguneado"
Más adelante, se refirió a su sentir como presidente del club y como, pese a su cargo nunca fue considerado en las decisiones de la Azulgrana. "Desde que asumí no solo no fui escuchado, sino que además me sentí ninguneado, pasado a llevar, por quienes seguían tomando las decisiones, me refiero al señor Alberto Morgan, al señor Silva y al señor Tur, quienes son los principales financistas del club".
Agregó, "no me preguntaron cuando despidieron a Felipe Cornejo, tampoco sobre la llegada de Rodrigo Meléndez y el tema de refuerzos lo vieron entre ellos, es decir mi función como Presidente era solo de papel".
Otro de los aspectos que detonó la salida de Hernández fue el proyecto de sacar a Iberia de Los Ángeles y trasladarlo a la Región Metropolitana. "Lo que finalmente detonó mi salida, fue la idea aberrante de llevarse Iberia a entrenar a Santiago, lo que no me parecía, pues era insólito, pues ello era el primer paso para trasladar a Iberia a Santiago y eso es algo en el que yo no quiero ser cómplice", puntualizó.
Una de las exigencias que, dentro de su cargo como presidente, pidió Hernández fue el que se le hiciera llegar un balance general de los ingresos y egresos del club, ni siquiera contable, solo un balance para saber, dijo, cuál era la estructura financiera del club, el flujo de caja que tenía Iberia en ese minuto, nunca le llegó, aseguró.
Otro de los aspectos que subrayó Hernández de las extrañas situaciones dirigenciales, era que su cargo era tan de papel, que aún en la ANFP aparece Andrés Silva como presidente de Iberia.
"Yo a diferencia de ellos, sea o no sea dirigente, seguiré siendo Iberiano"
Finalmente entre voz cortada y emocionada, agradeció a los hinchas por el gran apoyo que le dieron en momentos difíciles y a la vez les pidió disculpas por no haber cumplido con todo lo que se había trazado. "Tengo el firme convencimiento que mi salida es lo mejor para dar a lucha desde otra vereda, porque yo a diferencia de ellos, sea o no sea dirigente, seguiré siendo angelino e Iberiano".
Quiero expresar que más allá de todas las diferencias con los señores Morgan, Silva y Tur, les deseo de todo corazón que el equipo salve la categoría. "Yo no me metí al club para hacer negocios, mi intención fue y como ha sido siempre el de aportar sin recibir nada a cambio, porque yo soy Azulgrana al igual que mis hijos y lo seremos hasta el día de nuestra muerte.