El ex capitán histórico de Deportes Iberia, José Salcedo, no ocultó su profunda preocupación por el actual presente del club, al cual defendió como jugador profesional, logrando levantar la copa como campeón en tres oportunidades seguidas. La última vez cuando consagró al equipo con el ascenso a la Primera B.
En diálogo con La Tribuna, Salcedo admite que "si bien es cierto quedan tres fechas, aquí estamos esperando por un milagro, porque ya no estamos dependiendo solamente de Iberia, sino de otros resultados".
A su juicio, la responsabilidad no es de los jugadores a quienes, por el contrario, destaca que dentro de la cancha han demostrado que no merecen estar en la posición en que hoy está el equipo.
"Esa es responsabilidad de los dirigentes que, gracias a una deficiente administración pasada, provocaron la resta de 10 puntos, los que se ganaron legítimamente en la cancha. Así es difícil jugar", comenta con desazón.
Salcedo, conteniendo el aire, agrega: "Son ellos (los dirigentes), quienes deben hacer un mea culpa, pues gracias al traspaso deficiente que hicieron del club a Andrés Silva y compañía se generó toda esta situación".
"El galgo", como se le conoció en su carrera de futbolista, tiene una profunda pena, pues siente que había una luz de esperanza en mejorar el trabajo administrativo, en el que él participaría junto a Hernán Hernández, quien terminó renunciando a su cargo como presidente. Sin embargo, quienes hoy tienen el control del club cambiaron los términos de conducción, alejando a quienes podían ser las caras visibles de un nuevo trabajo dirigencial con raíces en Los Ángeles.
Recuerda que después, a Tur y compañía se les ocurrió "despedir al técnico Felipe Cornejo, argumentando malos resultados, y no escatimaron en pagarle su finiquito, en desmedro de las condiciones económicas del club, aun cuando el trabajo de Felipe mostraba un buen fútbol y que con refuerzos podría sacar el equipo adelante, pero éstos nunca llegaron".
Después, vino la ‘torta de la guinda’ cuando bajo el argumento del poco apoyo del municipio en su la cancha del Estadio Municipal para los entrenamientos, se llevaron al plantel a Santiago, hoy allí entrenan en cancha sintética, asevera.
"Cuando ellos (dirigentes) nos dijeron que no tenían las condiciones necesarias para entrenar, ello no fue tan así. Imagínese que cuando al municipio aun no les entregaban las seis canchas de pasto sintético, que estaban en reparación, Iberia tuvo a disposición una de ellas y nunca aparecieron".
En cuanto al Estadio, asegura que este recinto siempre fue facilitado para sus partidos de manera gratuita: "Es más, ese convenio que debía firmarse con el municipio nunca se concretó e Iberia igualmente siempre usó el recinto para sus partidos de local y sin pagar un peso".
"En resumen los dirigentes nunca han gastado un peso en el uso del estadio y sin embargo, el municipio siempre ha tenido la buena disposición, entendiendo que Iberia nos representa en el fútbol nacional", subraya el ex capitán.
¿QUÉ PASA SI IBERIA DESCIENDE?
"Si la institución termina descendiendo a la Tercera División, tengo entendido que continuaremos dependiendo de los actuales controladores. De ser así, ¿Iberia se va a Santiago o vuelve a trabajar en Los Ángeles? Y si deciden seguir con Iberia en Santiago, ¿jugarán en la Región Metropolitana? Si es así, deberemos buscar otro camino.
Una ciudad como Los Ángeles, con más de doscientos mil habitantes, no puede quedar al margen del fútbol nacional, no nos podemos permitir no tener un club deportivo que nos represente en el concierto nacional", reflexiona.
Además, en el caso de bajar, el concejal se preguntó si os actuales administradores tendrán claros los plazos para postular al club a la Tercera A.
UNA SEGUIDILLA DE MALAS DECISIONES
José Gastón Salcedo asegura que el actual presente del club se debe únicamente a las malas decisiones que año tras año han ejecutado, primero la Sociedad Anónima original y, ahora, la actual administración.
"Primer error, tras el ascenso a Primera B: Optaron paulatinamente por deshacerse de los jugadores llamados históricos, luego de todo lo que se había avanzado con el ascenso y la posibilidad, incluso de llegar a Primera División, con esa liguilla ante Puerto Montt, deciden seguir con la reestructuración del plantel. Con ello se terminan yendo Fabián Torres a Coquimbo, Álvaro Torres, también a Coquimbo, lo mismo Franco Cabrera, y yo a Cobreloa, jugadores que teníamos un sentimiento muy especial por la Azulgrana".
A ello se agrega, según Salcedo, "el traspaso del club a nuevos administrativos que no encontraron nada mejor que llevarse a Iberia a Santiago, despreocupándose también del fútbol joven, todo mal".