Lo que una vez se veía como una posibilidad remota, hoy se vislumbra como una realidad inminente: Iberia, con una trayectoria de 54 años en Los Ángeles, está a punto de mudarse por completo a Santiago, puntualmente a la comuna de Independencia.
Esa estrategia viene de la mano del mayor inversionista del cuadro Azulgrana, el misterioso empresario Bryan Tur, que desde que asumió el club quebrado económicamente, comenzó a fraguar silenciosamente, como ha sido la tónica en su trabajo administrativo desde que asumió en Iberia, su intención de no trabajar en Los Ángeles, sino apartar el club de la ciudad a la que representa, en un acto de total indiferencia de la ligazón que existe entre el club y su historia con Los Ángeles.
Esta determinación, que si bien aún no es oficializada por Tur y sus amigos, pues ninguno de ellos responde a los llamados de los medios deportivos, incluyendo a La Tribuna, viene definiéndose desde cuando Morgan y compañía se deshicieron del club aquejados por la situación financiera.
Allí y cuando la temporada 2023, estaba a punto de iniciarse apareció en el horizonte el empresario nortino John Sol, junto a Andrés Silva, quienes se hacían cargo del club, aun sin saber, para la opinión pública, el tenor de dicho traspaso.
Se suponía, que hasta allí todo se encausaría para bien de la institución y tranquilidad de los hinchas. Sin embargo, esa normalidad se transformó en un "dolor de cabeza", pues el empresario nortino John Sol, misteriosamente abandonó el proyecto, dejando solo a Silva. Ello trajo una serie de inconvenientes financieras, pues según el propio Silva no estaba en condiciones de sostener en solitario el club. Allí aparecieron los problemas económicos para pagar los sueldos al plantel, incluyendo la incapacidad de entregar la boleta de garantía por 50 millones de pesos, exigida por el SIFUP y la ANFP.
En resumen, llegaron sanciones, resta de diez puntos, por el retraso en el pago de las remuneraciones y la boleta de garantía, que terminó costando el descenso de Iberia.
A medio campeonato apareció el empresario Bryan Tur, quien se hizo cargo de las deudas, pero con un trabajo tan silencioso que al día de hoy nunca ha dado declaraciones a la prensa, ni tampoco se ha dejado fotografiar y no tiene redes sociales, en conclusión un empresario que administra hasta el día de hoy al club desde las penumbras.
En el desarrollo del trabajo administrativo apareció en el camino, Hernán Hernández destacado empresario gastronómico de Los Ángeles y con pasos en la dirigencia de Iberia en otras temporadas. Su llegada se debe exclusivamente a la gestión que hizo con el empresario Carlos Heller para que éste aportara con el necesario respaldo económico en la sustentación de la boleta de garantía. Su inclusión en el directorio fue recibida a regañadientes.
El 17 de mayo, Hernández asumía la presidencia de Iberia. Ese momento fue recibido, por los hinchas y comunidad en general, con un grado de alivio y tranquilidad, no así para resto del directorio.
Lamentablemente y luego de una serie de diferencias entre Hernández y el resto de los dirigentes, todos del lado de Tur, el angelino decide dar un paso al costado, traspasándole sus acciones al empresario Bryan Tur siendo éste, desde ese momento, el propietario mayoritario del club Azulgrana con el 90 por ciento de las acciones.
IBERIA... DE SANTIAGO
De ahí vendría la determinación por parte de los controladores de la Azulgrana de llevar los entrenamientos y preparación de los partidos a Santiago, particularmente a la comuna de Independencia. La intención según de Rodrigo Meléndez, técnico en ese momento de Iberia, el único que hablaba por parte del directorio, era preparar adecuadamente los partidos que quedaban del campeonato, argumentando que desde el municipio no les daban las facilidades para ocupar las canchas de pasto sintético.
Hoy no contento con ello, el trabajo para lo que se viene en la próxima temporada ya en la Tercera División, se continúa en la comuna de Independencia, con pruebas de jugadores no tan solo para el primer equipo, sino que también para el fútbol formativo. Síntoma inequívoco de que Tur, Silva y compañía no quieren de vuelta a Iberia en Los Ángeles.
Raptándose de esa forma, toda una historia, un patrimonio deportivo y social que es de la ciudad hace ya 54 años y que a esta Sociedad Anónima le importa bastante poco.