Inician gestiones para ampliar servicios de tren de pasajeros hasta Renaico

Durante años, el llamado Corto Laja - un tren de pasajeros que hacía escala en cerca de una treintena de estaciones - llegaba hasta la localidad de Renaico, en la provincia de Malleco.

El tren de pasajeros cumplía un trayecto que se iniciaba o terminaba en dicha localidad de la zona norte de la Región de la Araucanía, y culminaba en el mismísimo mercado de Talcahuano, frente al Océano Pacífico.

Eran unos 130 kilómetros y más de una veintena de detenciones a lo largo de la ruta que eran cubiertas por las briosas locomotoras de acero, empujadas por la fuerza del vapor primero y de la energía eléctrica después.

Se trataba de un viaje fascinante en que la mayor parte del trayecto se realizaba por la ribera norte del río Biobío, llegando hasta su confluencia con el Laja, y que continuaba hasta llegar a Renaico.

Quienes fueron pasajeros frecuentes del Corto Laja, recuerdan esa época con emoción y melancolía, no solo por la belleza inigualable del paisaje, sino por su utilidad: cientos de personas no tenían otro medio de transporte para llegar hasta los centros urbanos, además de propiciar una ajetreada actividad económica en el torno de las estaciones. Desde vendedores de todo tipo de productos y alimentos, pasando por cantantes populares, personas presurosas esperando arribar a su estación de destino hasta la fascinación de los niños por semejante prodigio de la tecnología.

Sin embargo, el sostenido declive de la actividad ferroviaria desde la década del 70 en adelante se tradujo en el cierre paulatino de estaciones y en el descenso en el número de pasajeros que daban vida a ese tramo del tren.

Al final, ahora solo se mantiene un servicio de tren entre Laja y Talcahuano que, formalmente, inició sus operaciones en mayo de 2008 con una extensión de 88 kilómetros.

Son 22 estaciones, incluidas las situadas en ambos extremos, que conectan Talcahuano, Hualpén, Concepción, Chiguayante, Hualqui, San Rosendo y Laja, además de que en la estación Concepción se puede hacer combinación con el servicio Biotren y conexión intermodal con los buses Biobus. De hecho, de acuerdo a datos de 2019, en el tramo hubo más de 420 mil viajes.

Sin embargo, a propósito de las gestiones de las autoridades regionales y comunales para recuperar el complejo ferroviario de San Rosendo a través de una declaración de Monumento Histórico Nacional, también se reflotó la idea de ampliar el servicio hasta Renaico. Eso implica incluir estaciones importantes como Millantú, Santa Fe y Coigüe.

Uno de sus promotores es Patricio Cea, dueño de la viña Doña Luisa, situada en la localidad de Millapoa, comuna de Nacimiento, cuyo planteamiento hecho en el Fanpage de su emprendimiento, ya se ha viralizado en las redes sociales.

Es que, a su juicio, ampliar el recorrido del tren es una necesidad de todos pero nadie se atreve a lanzar la primera piedra, es un secreto a voces, es una necesidad imperiosa.

Si bien su emprendimiento está situado en la ribera sur del río Biobío, se puede cruzar en un balseadero situado en el sector de Diuquín que permite conectarse con las estribaciones de la Cordillera de Nahuelbuta.

Para Cea, el tramo ferroviario es un atractivo para la actividad turística porque tiene un paisaje que no le tiene nada que envidiar a ningún otro lugar.

Por lo pronto, planteó la idea es incluir primero a las localidades de Diuquín, Millantú y Santa Fe y después seguir avanzando hacia el sur.

En ese marco, apuntó a que necesitamos empezar la red de organizaciones para sacar los voceros y movilizarnos hacia las autoridades. Ya hay un par de consejeros que apoyan la idea, dos concejales de Nacimiento, hablé con la gente de Sernatur y nos apoyan a nivel regional y provincial. También el Gobierno Regional.

El tren está, la línea está. De hecho, el tren pasa tres o cuatro veces al día con celulosa o madera. Por qué no podemos ampliar el servicio del Corto Laja, recalcó el dirigente.

Además, hizo notar que estas zonas se están poblando rápidamente. Muchas personas han llegado a vivir y no todos tienen 30 mil pesos para ir y volver a Concepción con lo que cuesta la bencina. También hace falta un tren.

SERVICIO MODERNO

El Corto Laja tuvo un avance fundamental a fines del año pasado cuando las máquinas que prestaron servicios por más de 40 años, fueron reemplazadas por 12 trenes de última tecnología, fabricados según las necesidades de cada servicio y zona de operación, tomando en cuenta el trazado ferroviario y el clima.

Esto significa que ahora cuentan con ventanas de termopanel con vidrio y policarbonato, que permiten mayor aislación térmica -adaptada a un clima frío y lluvioso-, acústica y resistencia.

También consideran un sistema de arenero que permite recuperar la adherencia de las ruedas ente la humedad o lluvia, y lubricador de pestaña, que minimiza el roce de la rueda en sectores de curvas.

En el ámbito de la seguridad incluyen dispositivos anticrash de absorción de energía ante un impacto, a partir de la deformación programada, así como anticlimber para la protección de pasajeros y tripulación ante eventuales colisiones. Desde el punto de vista de la comodidad de los pasajeros, incorporan sistemas de climatización reforzados, un completo sistema de información