Todo partió el 19 de enero pasado. A las 17,06 horas de ese día, de acuerdo a los registros de la estación María Dolores de la Dirección Meteorológica de Chile, el termómetro marcó 30,9 grados.
Desde ese viernes 19, los termómetros no se han cansado de subir y subir en un febrero especialmente caliente que ha obligado a buscar refugio en piscinas, ríos o el simple y salvador "manguereo" en el patio de la casa.
Fue el inicio de una serie ininterrumpida de jornadas en que la temperatura supera los 30 grados, con su peak el lunes 22 de enero cuando se marcaron 39,1 grados a las 16,56 horas.
El punto es que las proyecciones meteorológicas anuncian que esta condición permanecerá invariable hasta el próximo 7 de febrero, con lo que serían 20 días con temperaturas de ese nivel, lo que la convertiría en la ola de calor más extensa que se tenga registro.
De acuerdo a los datos de la Dirección Meteorológica de Chile, que tiene registros desde 1951 hasta la fecha, ha habido seis días en que los termómetros han rebasado los 40 grados. Lo preocupante es que la mitad de aquellos episodios ha ocurrido en los últimos seis años.
En la revisión, nos remontamos al 6 de marzo de 1958, mes en que no suelen ocurrir temperaturas extremas, cuando los instrumentos marcaron una temperatura de 41,5°. 1958 fue un año de profundos contrastes climatológico. A fines de abril - es decir, menos de dos meses más tarde, hubo inundaciones brutales por la crecida del estero Quilque. El centro de la ciudad quedó completamente anegado y, aunque no hubo víctimas fatales, los perjuicios económicos fueron gigantescos. Debido a aquella inundación fue que se tomó la decisión de intervenir el cauce del estero a fin de reducir la gravedad de esos episodios.
En 1961, también hubo una temperatura récord. El 26 de enero de ese año, el calor llegó a los 40,7°. Los Ángeles volvió a convertirse en un horno.
Desde esa fecha debieron pasar más de 40 años para volver a experimentar un fenómeno atmosférico similar. Fue específicamente el 20 de febrero de 2002. A las 16,30 de ese día, el termómetro se empinó a 40,1°.
En febrero de 2019 hubo una ola de calor brutal no con uno, sino que con dos días con temperaturas por sobre los 40 grados. Específicamente, el sábado 3 y domingo 3 de ese mes los termómetros se encumbraron hasta marcar 40,4°, a las 16,15 y a las 17,30 horas, respectivamente. Súmele cuatro o cinco grados más por la sensación térmica así que se pudo decir, con total propiedad, que literalmente vivimos varios días en un horno.
Para el final dejamos a la temperatura récord. En los registros de la Dirección Meteorológica de Chile se consigna que el 26 de enero de 2017, a las 17 horas, el termómetro marcó ¡42,2°!
Esa vez la temperatura comenzó a elevarse el 15 de enero y se mantuvo en la misma condición hasta el 1 de febrero, con su punto más álgido es día 26 de enero.
En esa jornada, se estaban produciendo gigantescos incendios forestales en las Regiones de O’Higgins, Maule y Biobío que dejaron una estela de destrucción y muerte. Más de 500 mil hectáreas ardieron a consecuencia de los siniestros que recién pudieron controlarse en la primera semana de febrero.