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Rosa Sandoval y la infatigable búsqueda de su hijo José Luis

La atribulada madre espera que el Ministerio Público ordene la reanudación de las labores de búsqueda en la zona donde habría sido visto por última vez.

Rosa Sandoval se interna por los lugares donde cree que puede estar su hijo., Cedida
Rosa Sandoval se interna por los lugares donde cree que puede estar su hijo. / FUENTE: Cedida

Rosa Sandoval vuelve cada vez que puede al último lugar donde se sabe que estuvo su hijo. A veces sola, a veces con la compañía de su pareja, ella se interna por esos caminos con la esperanza - siempre con la esperanza - de encontrar alguna pista que le permita saber dónde está José Luis.

Su vida cambió el 13 de julio del 2022 cuando su hijo se subió a un bus en el terminal Islajacoop, en Los Ángeles, y emprendió camino el oriente. El último rastro - aportado por el conductor de la máquina de pasajeros - sería cuando el joven se bajó a la altura del puente Riñico, pasada la localidad de Huépil (ya con rumbo Yungay).

Desde entonces que lo busca. Sin pausa. Solo en las primeras semanas tuvo apoyo de personal especializado, pero ahora lo hace por su propia cuenta. A veces sola, a veces en compañía. Rosa recorre los campos cercanos, se interna en los bosques, escudriña en los ríos y esteros, pregunta a los residentes de esos sectores rurales. Ya la conocen. Saben que cada vez que puede, ella volverá al lugar donde cree que puede haber estado.

"Si yo no busco a ‘Josito’, quién más lo hará", lo repite varias veces. "Cada día que pasa, veo la noche llegar y me siento entrando en un túnel sin salida", agrega con una desazón profunda.

En diciembre pasado pensó que su búsqueda había terminado. Los mismos residentes que suelen verla cuando viaja a la zona, le contaron del hallazgo de un cadáver en avanzado estado de descomposición. Lo encontraron en un pequeño estero, cuyas aguas emergen de vertientes que serpentean entre los cerros circundantes.

Incluso, pidió autorización al dueño de la propiedad y "bajé con cuidado, prendí una vela en el lugar y le recé. No sé si ahí estaba mi ‘Josito’ o si es el cuerpo de otra persona. Solo quiero salir de esta incertidumbre".

Sin embargo, hace unos días desde el Servicio Médico Legal (SML) le confirmaron que el cuerpo no corresponde al de su hijo José Luis. Los exámenes de ADN fueron concluyentes. Aunque el cadáver lleva tres meses en esas dependencias, nadie más lo ha reclamado.

Ella incluso expresa una preocupación genuina en medio de su profundo dolor. Si alguien ha extraviado a una persona mayor, de unos 60 años, que haga las averiguaciones en el Servicio Médico Legal. "Debe haber una familia que lo debe estar extrañando", comenta.

Para Rosa Sandoval, la única posibilidad es que el Ministerio Público ordene la reanudación de las labores de búsqueda. La mujer, que se ha reunido con autoridades provinciales y locales, asegura que este organismo tiene en sus manos la decisión de retomar el rastreo en la zona donde habría sido visto por última vez. 

Para ella, lo importante es que se gatillen pronto esas determinaciones, tomando en cuenta que el invierno está próximo y se haga más difícil internarse en esas profundidades del campo.

De paso, pide que cualquier dato o información, le sea proporcionada. "Todo sirve, toda información puede decirme dónde está mi hijo". Aunque es altamente posible que no esté con vida, se aferra a la posibilidad que se encuentre en alguna parte, desorientado, sin saber de dónde viene. Si no, se conforma en que, por lo menos, tenga un lugar donde dejarle una flor.

DESAPARECIDO

El 13 de julio de 2022, José Luis Rivera - un estudiante que estaba terminando de la carrera de contador auditor - abordó un bus a las 14,15 horas en el terminal de buses rurales en la Vega Techada de los Ángeles, cuyo itinerario termina en la precordillerana comuna de Yungay, en la Región de Ñuble. Antes de abordar la máquina, cruzó unas cuantas palabras con el conductor para luego ocupar uno de los asientos. A la altura del puente Riñico, pasada la localidad de Huépil (ya con rumbo Yungay), José Luis se bajó. El conductor lo divisó cuando desde el viaducto se dirigía hacia el río Cholguán que, debido a las lluvias intensas de las últimas semanas, iba mucho más caudaloso que en los inviernos anteriores.

Esa fue la última vez que fue visto. Aunque se han realizado operativos de búsqueda, encabezados por su familia, hasta la fecha no existe ningún dato de un posible hallazgo de un cadáver.




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