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Madre de José Luis a dos años de la desaparición de su hijo: "Para la justicia, no somos nada"

Gracias a una familia de Huépil que le entrega hospedaje, ella ha redoblado sus propias labores de rastreo y cada día sale a internarse en esos parajes casi inexplorados. "Son muchos días que llevo en los montes. No tengo miedo que me vaya a pasar algo", señala

Rosa Sandoval se interna por los lugares donde cree que puede estar su hijo., Cedida
Rosa Sandoval se interna por los lugares donde cree que puede estar su hijo. / FUENTE: Cedida

El próximo 13 de julio se cumplirán dos años de la desaparición de José Luis Rivera Sandoval, el estudiante universitario oriundo de Los Ángeles. Y, tal como se ha contado en ocasiones anteriores, su madre Rosa Sandoval lo sigue buscando.

En la espesura de los bosques de las cercanías de Huépil (comuna de Tucapel), siguiendo el cauce de los ríos y esteros, ella regularmente se adentra, la mayoría de las veces en solitario, para buscar algún indicio que le permita encontrar a "Josito". Desde que hace casi dos años se le perdió todo rastro hasta ayer.

En diciembre del año pasado, el hallazgo de un cadáver en un pequeño arroyo, casi cubierto por el follaje, abrió la posibilidad que fueran los restos de su hijo menor. Sin embargo, las diligencias descartaron que los restos fueran de José Luis Rivera.

En las últimas semanas, gracias a una familia de Huépil que le entrega hospedaje, ella ha redoblado sus propias labores de rastreo y cada día sale a internarse en esos parajes casi inexplorados. "Son muchos días que llevo en los montes. No tengo miedo que me vaya a pasar algo", señala.

Esta acción fue acicateada por la información proporcionada por el Ministerio Público que no habría nuevos operativos de búsqueda. "Tengo pena porque, para la justicia, no somos nada. Se busca en un par de ocasiones y después los casos se dejan abandonados", reclama Rosa Sandoval.

Cuenta que cuando fue a hablar en el Ministerio Público por lo de su hijo, le respondieron "que del cuerpo ya debe quedar muy poquitito. ¡Quiere decir que por eso no tengo que buscar a mi hijo! Por eso, he decidido salir sola, y me quedaré cada en estos montes, en estas soledades, hasta encontrar a mi hijo, hasta encontrar una huella".

El último antecedente sobre José Luis Rivera es cuando el 13 de julio se bajó de un bus de pasajeros que abordó en el terminal de buses rurales en los Ángeles. El lugar fue el puente Riñico, una zona rural situada al norte de la localidad de Huépil.

De ahí, nunca más ha vuelto a ser visto.




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