Desarrollo

Parceleros del sector Montenegro llevan ocho años esperando tener agua potable

Aunque en 2016 se instalaron las redes de distribución a sus hogares, hasta ahora se sigue esperando contar con este servicio básico. Dirección de Obras Hidráulicas aseguró que diseño - que pronto se licitará-, resolverá el problema.

Los medidores están instalados hace ocho años., Diario La Tribuna
Los medidores están instalados hace ocho años. / FUENTE: Diario La Tribuna

Parecía que sería cuestión de girar una llave de paso y listo, que solo bastaría esperar unos minutos para que el agua comenzará a circular por los ductos y brotara en la casa de cada uno de los 34 parceleros del sector Huertos de Montenegro, zona rural ocho kilómetros al nororiente de la ciudad de Los Ángeles.

La historia se remonta al 2016 cuando se culminó la ejecución de un proyecto de ampliación del agua potable rural que consideraba a un grupo de propietarios, que se comenzaron a radicar a principios de los años 2000.

Las tuberías y los arranques domiciliarios fueron comprados y quedaron instalados. En ese tiempo se gastaron más de 32 millones de pesos (algo así como 45 millones de pesos en la actualidad).

Todo estaba listo para que los parceleros vieran que las gestiones de varios años habían dado sus frutos y el agua comenzaría a llegar a sus hogares, aportada por el comité de agua potable rural del sector Rarinco Natre, recordó Sergio Jara, uno de los promotores del proyecto en ese entonces.

Al cabo, los días de espera se convirtieron en semanas, meses y años... y hasta ahora, nada.

Sergio Jara es un profesor jubilado que hace cerca de 20 años decidió escapar del tráfago citadino para irse a vivir a un espacio tranquilo y seguro en el campo, a orillas del río Rarinco. Con sus propias manos, construyó una casa amplia y cómoda, la bodega y prácticamente todos los muebles.

A poco andar, comenzó a organizar a los vecinos para que sacaran el agua potable. Las gestiones fueron exitosas cuando consiguieron el financiamiento para la amplia la red de agua potable. Más aún cuando los trabajos se llevaron a término.

Parecía todo funcionar a pedir de boca.

Por eso, está muy molesto por tanta demora. Cuenta que ha golpeado prácticamente todas las puertas posibles para destrabar el problema pero nada se ha avanzado. Con la municipalidad, con la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH), principalmente.

Asegura que ha escuchado de compromisos y más compromisos, sin que nada se cumpla.

Aparentemente, el problema es que el bombeo de agua desde el sector de Rarinco Natre hasta los sitios de los parceleros, está enfrentado a una disputa legal por el lugar donde se ubica un sistema eléctrico que mueve los motores.

Aunque Sergio Jara tiene una puntera en su campo, nada cambia la seguridad del agua potable. La alternativa ha sido tener la estufa a leñan siempre encendida para hervir el agua y así asegurarse que lo que beben está libre de gérmenes.

Los arranques domiciliarios siguen instalados en el acceso a las viviendas de los parceleros del sector Montenegro, a la espera del momento en que el agua fluya de manera definitiva, pero hasta ahora nada de eso sucede.

DOH

La Dirección de Obras Hidráulicas, a través de su jefe regional Claudio Morales, aseguró que el organismo está trabajado en una solución al problema de los vecinos del sector Montenegro.

El directivo indicó que se está a la espera de los recursos para un diseño que mejorará el sistema actual, unificando los distintos sectores que son parte del comité de agua potable, incorporando también la demanda existente.

Morales afirmó que una vez que los recursos sean asignados, se licitará el diseño cuyo plazo de ejecución es de 360 días, por lo que debiera estar concluido a fines del próximo año.




matomo