Eran las 16:55 horas cuando los teléfonos celulares comenzaron a sonar de manera insistente. Era un aviso del Sistema de Alerta Temprana (SAE) que solicitaba la evacuación de los sectores Chacayal Norte y Diuto, en la zona oriente de Los Ángeles, en el límite con la comuna de Quilleco.
¿La razón? Un incendio forestal declarado poco antes en ese lugar de la capital provincial. Las llamas en un pastizal fueron atizadas por el fuerte viento y se expandieron con extrema rapidez por los matorrales, arbustos y plantaciones forestales.
Gruesas columnas de humo se observaban a la distancia, lo que llevó a suspender la circulación vehicular por la Ruta Q-45, que une la capital provincial con las comunas de Antuco, Tucapel y Quilleco, debido al riesgo para los conductores.
Más aún cuando la emergencia implicó la evacuación de decenas de familias de los sectores de Chacayal Norte y Diuto, ya que las llamas amenazaban con quemar viviendas. El primero está densamente poblado.
Debido a este contexto, el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred) comunicó su decisión de declarar alerta roja para Los Ángeles.
De acuerdo con la información entregada por el organismo, la decisión se tomó en base a la información técnica proporcionada por Conaf, en coordinación con la Delegación Presidencial Regional de Biobío y la Dirección Regional de Senapred.
Esa condición implica la movilización de todos los recursos necesarios y disponibles, en apoyo adicional a lo ya desplegado por Conaf, Bomberos y el Sinapred.
Inmediatamente, a la zona afectada se trasladaron voluntarios del Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles y Quilleco, con colaboración de sus pares de Antuco y Huépil. Se sumaron los brigadistas forestales de la Corporación Nacional Forestal (Conaf) y de las empresas CMPC, Arauco y Comaco, que contaron con apoyo aéreo.
También se trasladaron los equipos municipales de Los Ángeles y Quilleco, encabezados por sus alcaldes, José Pérez y Claudio Solar, respectivamente. En la capital provincial se utilizó un puesto de mando con tecnología avanzada de la Dirección de Seguridad Ciudadana para apoyar a los voluntarios bomberiles.
Tres horas más tarde, el incendio forestal ya estaba controlado, sin que ninguna vivienda resultara damnificada ni se produjeran daños en personas. Sin embargo, se contaron 35 hectáreas destruidas por la acción del fuego, mientras se reforzaban los patrullajes ante la posible aparición de nuevos focos.
Rodrigo Godoy Villagrán, segundo comandante del Cuerpo de Bomberos de Los Ángeles, agradeció el apoyo de las unidades bomberiles de las comunas vecinas, así como de las empresas privadas y de Carabineros. También destacó que, pese a la gravedad de la emergencia, se logró evitar consecuencias mayores.
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