Con una mirada enfocada en la sostenibilidad, la resiliencia del servicio y el cuidado del entorno, la empresa sanitaria Essbio despliega una ambiciosa agenda de inversión y educación en la provincia de Biobío.
En entrevista con La Tribuna, su gerente regional, Peter Schmohl, explicó cómo estos esfuerzos se alinean con las necesidades locales y los desafíos actuales del cambio climático.
Este año, destinaremos cerca de $3 mil millones en inversiones para la provincia. Algunas de las obras más destacadas incluyen la construcción de un estanque de 600 m³ en Mulchén, el aumento de capacidad de la planta de producción de agua potable en Nacimiento, una nueva planta elevadora de aguas servidas en Yumbel y la ampliación de capacidad de la planta elevadora en Todos Los Santos/Los Ángeles.
Todas estas obras buscan mejorar la infraestructura sanitaria y responder a la demanda creciente, asegurando la continuidad del servicio.
Nuestro plan de inversiones 2025-2029 está centrado en anticiparnos a los efectos del cambio climático, mejorar la calidad de las fuentes, reforzar la resiliencia de la distribución de agua potable y aumentar la capacidad de tratamiento de aguas servidas.
En la región del Biobío ejecutaremos más de $25 mil millones en 51 proyectos, lo que garantiza un servicio integral y sustentable que va de la mano con el desarrollo urbano y las expectativas de las comunidades.
Promovemos una campaña educativa continua que busca evitar malas prácticas como abrir tapas de alcantarillado para evacuar aguas lluvias o botar aceites y residuos sólidos al desagüe.
Un ejemplo destacado es el programa "Toma la sartén por el mango", que desde 2018 recicla aceite doméstico usado y lo transforma en biodiesel, jabones y detergentes, gracias a alianzas con emprendedores.
Solo en marzo reciclamos 1.180 litros de aceite en más de 200 puntos de acopio en la región, y en 2024 ya superamos los 13.500 litros.
Los errores más frecuentes incluyen botar aceite de cocina, restos de alimentos, medicamentos, colillas de cigarro y productos higiénicos al desagüe, lo que genera obstrucciones en la red que pueden derivar en reboses en la vía pública o al interior de viviendas.
A nivel corporativo, retiramos cerca de 200 toneladas mensuales de elementos ajenos al sistema, hay que considerar que el uso indebido no solo afecta el funcionamiento, sino también la calidad de vida de los vecinos.
Contamos con equipos y maquinaria especializada para realizar mantenimientos preventivos y correctivos. Cada año ejecutamos planes de limpieza, que en la provincia consideran 23 kilómetros de redes.
Ante una obstrucción, respondemos rápidamente con acciones de limpieza y desinfección si es necesario, garantizando el correcto flujo de aguas servidas hacia las plantas de tratamiento.
Durante la época estival se observó un alza en estos casos, aunque no a niveles tan altos como en otras zonas. Recomendamos a nuestros clientes proteger sus medidores construyendo nichos con rejas que permitan su lectura, lo que ayuda a prevenir robos y evita los costos de reposición.
Es importante recordar que el cuidado del medidor es responsabilidad del cliente, según la normativa vigente.
Además de proteger los medidores, sugerimos mantener en buen estado las conexiones internas y no utilizar el sistema de alcantarillado para desechar basura o líquidos indebidos.
Estas acciones simples ayudan a mantener un servicio sin interrupciones y a prevenir emergencias que terminan afectando tanto a los hogares como al entorno comunitario.
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