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En el marco de los resultados de la última Encuesta Suplementaria de Ingresos entregada por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), se dio a conocer entre otras variables, la aún existente y alarmante brecha de género en cuanto a ingresos percibidos en el ámbito laboral, por hombres y mujeres, durante el último trimestre del 2022.
De esta forma, se dio a conocer que el ingreso medio mensual de la población ocupada para ambos sexos en 2022 se estimó en $663.413. De las 673.829 personas ocupadas estimadas, 56,8% correspondió a hombres, quienes percibieron un ingreso medio de $745.008, donde por otra parte, las mujeres fueron el 43,2% del total de ocupados y obtuvieron un ingreso medio de $556.067.
En el caso de la región del Biobío, la masa de ingresos alcanzó los 447.026 millones de pesos en 2022, de la cual los ingresos del trabajo de los hombres alcanzó los $285.212 millones de pesos; mientras que el de las mujeres fue de $161.814 millones de pesos, ubicando la brecha de género en la masa de ingresos en un -43,3% en desmedro de las mujeres.
En el 2021, estas cifras señalaron un $630.900 y 494.500, respectivamente. A pesar de que ambos géneros vieron un alza en sus ingresos mensuales en el 2022, la brecha salarial aumentó en casi cuatro puntos desde el año anterior, aunque si se considera desde 2018 a la fecha la brecha ha disminuido en un 1%.
La directora regional de SernamEG, Lissette Wackerling, señaló que "esta situación se explica por factores socioculturales, ya por la división sexual del trabajo las mujeres se concentran en empleos subvalorados en el mercado con menores salarios, precarización de los contratos, informalidad laboral entre otros, como son área de servicios, educación, recursos humanos, entre otros. A diferencia de los hombres que se desempeñan en sectores de la producción que tienen mayor retribución salarial."
Respecto al rango etario donde se concentra la mayor brecha salarial, los jóvenes y adultos mayores son quienes perciben ingresos medianos más bajos. Al desagregar por sexo el grupo con mayor brecha de género es el de los ocupados con 30 y 44 años, con una diferencia salarial del 25% en desmedro de las mujeres.
La directora regional del Sernameg, afirmó que lo anterior "coincide con periodo donde las mujeres salen del mercado laboral por razones asociadas a la maternidad y cuidados de otros o se mantienen trabajando, pero en trabajos más precarios con menos horas de trabajo que les permita conciliar labores de cuidado. Al analizar la brecha por hora, la brecha de género es de -11,6% en desmedro de las mujeres, sin embargo, las mujeres trabajan menos horas remuneradamente, pero realizan más horas de trabajo doméstico, no remunerado, asumiendo labores de cuidado invisibilizadas, por un mandato social y cultural que limita considerablemente su acceso, permanencia y desarrollo en el mundo laboral", aseguró.
Por otra parte, esta Encuesta Suplementaria de Ingresos dio a conocer que las personas ocupadas con educación universitaria ganan en promedio $997.230, en tanto quienes poseen educación secundaria tendrían un ingreso de $453.513. Así también, durante el 2022, la brecha de género en el ingreso medio mensual de personas asalariadas fue de -18,6% en desmedro de las mujeres, donde si se analiza este rango por hora, demuestra que la brecha de género fue de -11,6% en desmedro de las mujeres nuevamente.
En ese sentido, la directora regional del Sernameg, Lissette Wackerling, comentó que con respecto a los ingresos por nivel educacional, "cabe señalar que a mayor nivel educacional mayor brecha salarial, ya que las mujeres no solo se concentran en empleos de menor rentabilidad económica, sino que acceden en menor medida a cargos directivos y jefaturas, no por falta de capacidades sino más bien por barreras socioculturales (segmentación del mercado laboral, por labores de cuidado asumen cargos con menor responsabilidad y flexibilidad de horarios, techo de cristal, piso pegajoso)".
Finalmente, a pesar de los avances que se han visto en materia de ingresos laborales de manera global a través de los años, sigue existiendo una brecha de género muy marcada a favor de los hombres, debido a contextos socioculturales y económicos históricos, que se ven reflejados en las últimas cifras oficiales.
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