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Este lunes 8 y martes 9 de julio, varias líneas de micros y taxis colectivos de la ciudad de Los Ángeles pusieron en marcha un alza en sus tarifas que se atribuyen principalmente al encarecimiento de los combustibles y las reparaciones o mantenciones propias de los vehículos.
En específico, los taxibuses de los recorridos de Paillihue-Avellano, Paillihue-Bolsón, Orompello-Montecea y Iansa-Avellano, desde el día lunes subieron en $100 sus tarifas para adultos, quedando en $700; en estudiantes el alza fue de $30 para llegar a $230; y la de los adultos mayores quedó en $350.
Así lo detalló el presidente de la Asociación de Dueños Taxibuses Urbanos de Los Ángeles, Juan Andrés Zapata, quien aseguró que "habíamos esperado cerca de un año y medio en subir este valor. Esperamos mucho tiempo para ver alguna mejora en cuanto al tema de los combustibles, que es nuestra materia prima, ya que hoy día el combustible, aceite y neumáticos están con precios por las nubes".
Afirmó que "en algún momento se nos prometió algún subsidio sobre el combustible, pero no llegó a ningún puerto. Por eso, nos vimos en la obligación de alzar esta tarifa, pero esto estaba ya hace más de un año con la autorización de la autoridad".
Esta alza llega ocurrió después que hace más de dos años se llevara a cabo el ajuste de las tarifas, según indicaron desde el gremio, "mientras el resto de las cosas seguía subiendo".
"Lo que pasa es que vemos que el manejo del combustible hoy día baja dos veces y sube en cuatro. Ante eso es imposible mantener la misma tarifa porque es excesivo. A eso le agregamos el costo del aceite, el coste de los neumáticos, imposiciones, choferes, conductores, y es súper complicado", afirmó Zapata.
Un día después de los taxibuses, los colectivos de las líneas 15, 25, 26, 27 y 28 de Paillihue informaron del alza de la tarifa que quedó en $800.
El presidente de dichas líneas, Cristian Rogazy, explicó que "por acuerdo unánime de todos los socios, -pero cuando digo todos, son todos-, a raíz de todos los costos y el nivel de vida que estamos llevando, se hizo necesario pegar un pequeñito ajuste en nuestras tarifas".
Aseguró que cuando se incrementa el costo del transporte, se mantiene así por varios años: "A pesar que hoy día pasamos por una crisis y los niveles del IPC y todo lo que tiene que ver con la calidad de vida ha aumentado enormemente, nosotros mantuvimos unas tarifas bastante cómodas para una ciudad tan grande como Los Ángeles. Tenemos antecedentes de que en ciudades más chicas, su tarifa es mayor a la nuestra".
William Mellado, vocero de la línea Iansa, explicó que las decisiones de alzas son autónomas de cada recorrido: "Cada línea ve la necesidad de aumentar sus tarifas (...) En lo general, mi impresión es que hace tiempo debieron haberse subido las tarifas. No tan solo el combustible ha subido, también los vehículos, accesorios, neumáticos, baterías, cambios de aceite, filtros, mantenciones, y todo eso ha subido una cantidad enorme, en un 40 o un 60% los repuestos".
El dirigente también pidió "mil disculpas" a los usuarios por el servicio prestado pero argumento que "lamentablemente estamos complicados en las mañanas temprano porque sufrimos asaltos, y también después de las seis y media de la tarde".
Al respecto, el seremi de Transportes y Telecomunicaciones del Biobío, Héctor Silva Gormaz, hizo señaló que el transporte público en Los Ángeles no es regulado, "lo cual implica que sus operadores, por ley, sólo deben notificar del cambio tarifario a la SeremiTT, en un plazo de 30 días hábiles, previo al cambio, lo cual fue realizado sin observaciones".
A juicio de la autoridad, "todas las empresas urbanas o rurales de transporte público deben respetar las tarifas rebajadas. En otras palabras, la variación de la tarifa sólo aplica a público general, debiendo mantener los beneficios para otros segmentos".
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