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El Servicio Nacional de Aduanas lleva a cabo una serie de planes operativos especializados para controlar el ingreso de productos ilegales al país, como mercancías falsificadas, cigarrillos de contrabando, armamentos y otros productos que no cumplen con las normativas de salud y seguridad. Estas acciones buscan garantizar el cumplimiento de las regulaciones vigentes y evitar riesgos para la población, así como proteger el mercado local.
Para asegurar un control eficiente en las fronteras, se han implementado diversas estrategias que combinan inteligencia y análisis de datos con herramientas tecnológicas como escáneres, binomios caninos y revisiones físicas de mercancías. Estos operativos no solo están diseñados para impedir el ingreso de productos ilegales, sino también para proteger al mercado local, especialmente a las pequeñas empresas que se ven afectadas por la competencia desleal generada por la venta de productos falsificados.
El Subdirector de Fiscalización de Aduanas, José Luis Castro, destacó el impacto negativo de estas mercancías en el mercado local y en la salud de las personas: "Estamos hablando de productos como cosméticos, medicamentos de uso humano y dispositivos médicos. Trabajamos fuertemente en esta área porque, además del contrabando, se trata de productos que pueden afectar directamente la salud de las personas".
El ingreso de productos falsificados y de contrabando también representa una amenaza para la confianza de los consumidores, debilitando la seguridad pública en sectores donde estos productos son comercializados. Además, las mercancías incautadas relacionadas con la salud pública no cumplen con los estándares de seguridad establecidos por las autoridades sanitarias, lo que las convierte en un riesgo elevado para las familias.
Hasta noviembre de este año, Aduanas, en colaboración con Carabineros y otras entidades, ha decomisado un total de 24.995.293 cajetillas de cigarrillos de contrabando, evitando una evasión fiscal de más de 69 millones de dólares. Además, se incautaron 7.426.088 productos falsificados que vulneran la ley de propiedad intelectual e industrial, entre los que destacan artículos de escritorio, ropa, perfumes, juguetes y cosméticos.
En cuanto a la protección de la salud pública, se decomisaron 4.624.111 productos sin certificación sanitaria para su ingreso a Chile. Entre estos productos se incluyen dispositivos médicos, cosméticos, alimentos y medicamentos de uso humano que podrían haber representado un grave peligro para los consumidores.
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