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A 20 años de la tragedia: sobrevivientes de Antuco esperan ser beneficiados con programa de reparación

por María Paz Rivera Arévalo

Iniciativa del FOSIS contempla una inversión total de $300 millones, con un aporte individual de $3 millones para cada beneficiario. Los fondos podrán destinarse a atenciones médicas, a la adquisición de maquinaria, insumos o equipamiento, o a la habilitación de espacios de trabajo.

Conmemoración tragedia de Antuco / contexto

No importa cuántos años han pasado ni las transformaciones posteriores: para los sobrevivientes, el recuerdo de la tragedia de Antuco sigue intacto, como una cicatriz profunda e imborrable.

Hace pocos días, la comunidad angelina conmemoró los 20 años desde aquel fatídico 18 de mayo de 2005, en el que 44 conscriptos y un suboficial del Ejército perdieron la vida durante una marcha de instrucción efectuada en condiciones climáticas extremas y sin el equipamiento adecuado.

En ese marco, el Gobierno Regional del Biobío y el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS) lanzaron el programa "Reparación y emprendimiento afectados por tragedia de connotación regional".

La iniciativa apoyará a 100 personas de la región que hayan sido víctimas de situaciones traumáticas, lo que incluye a 50 de los sobrevivientes de la tragedia de Antuco, quienes postularon voluntariamente y esperan con ansias los resultados.

Al respecto, el director regional del FOSIS Biobío, Richard Carrillo Oporto, explicó que el programa contempla dos pilares fundamentales: apoyo psicológico y fortalecimiento de emprendimientos. "Habrá acompañamientos en capacitación, diseño e implementación de un plan de negocios, junto con apoyo emocional a través de psicólogos y psiquiatras", precisó.

RESPUESTA POSTERGADA

Carlos Álvarez Farías, quien es presidente de la Agrupación de Sobrevivientes de la Tragedia de Antuco y uno de los posibles beneficiario del proyecto, valoró la iniciativa, especialmente en lo relativo a la salud mental.

"Veo con esperanza este proyecto, sobre todo en lo que respecta al área psicológica, que nos hace muchísima falta. Quizás a muchos de nosotros nos cuesta enfrentar o asumir la necesidad del apoyo psicológico", reconoció el exconscripto.

A ello, agregó que la mayoría de los sobrevivientes proviene de zonas rurales, "donde todavía persiste la idea de que 'ver un psicólogo no sirve' o de que uno ‘no está loco'. Pero, sinceramente, tengo mucha fe en este tipo de ayudas, porque llevamos 20 años sin ningún tipo de apoyo emocional. Ni siquiera físico".

El representante de la agrupación comentó a La Tribuna que este proyecto representa el primer esfuerzo concreto que el Estado ha realizado en dos décadas. "Es algo real, que se presenta para la mayoría y no solo para unos pocos", apunto.

Álvarez recordó que anteriormente el Estado determinó la entrega de pensiones de gracia a solo cinco de los afectados, mientras que el Ejército otorgó pensiones de retiro a dos más, sumando un total de siete beneficiados de 81 sobrevivientes. En otra ocasión, agregó, se entregó ayudas para la vivienda, pero solo para cinco exconscriptos. "Es decir, las ayudas siempre han sido fragmentadas, para unos pocos", criticó.

INVERSIÓN Y PROYECCIÓN

El proyecto contempla una inversión total de $300 millones, con un aporte individual de $3 millones para cada beneficiario. Estos fondos, de acuerdo con lo planteado por el programa, podrán utilizarse para la adquisición de maquinaria, insumos o equipamiento, o bien, para la habilitación de espacios de trabajo y emprendimiento.

"Espero sinceramente que todos podamos aprovecharlo al máximo. Creo que puede ayudarnos a sanar heridas profundas y a enfrentar mejor lo que vivimos. Son 20 años en los que hemos tenido que cargar con todo, sin ningún tipo de contención", comentó Álvarez.

Respecto del componente productivo, el presidente de la agrupación indicó que los postulantes tienen ideas diversas: desde labores forestales, de apicultura y motosierrismo, hasta proyectos vinculados a foodtrucks, dependiendo de la zona en que residan.

"Cada uno se orienta según su zona. Este proyecto llega en un buen momento y ojalá que en dos años más podamos decir que sí nos sirvió, que estamos trabajando y viviendo de esto", agregó.

Freddy Valdebenito, otro de los posibles beneficiarios, sostuvo que además de su negocio de estampados, ha proyectado un nuevo emprendimiento de foodtrucks para asegurar su sustento a futuro. "Sufro de un problema en las articulaciones que podría impedirme seguir trabajando como hasta ahora. Este proyecto me da una nueva opción, una nueva esperanza", valoró.

Cabe destacar que el programa tendrá una duración de ocho meses y será ejecutado por FOSIS Biobío, que dispondrá de profesionales especializados para brindar atención de primer nivel.

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