Regístrate en nuestro newsletter
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) correspondiente a agosto sorprendió con una variación de 0%, lo que significa que, en términos generales, no hubo cambios en el nivel de precios respecto del mes anterior. Sin embargo, detrás de esta cifra aparentemente estable se esconde una dinámica más compleja, en la que algunos productos aumentaron su costo y otros disminuyeron.
La economista y académica de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de Santiago (Usach), Marcela Vera, explicó que "el IPC es el índice general de precios que nos permite conocer cuál es la inflación que está experimentando el país; es un indicador que se mide mensualmente".
La especialista agregó que la medición incluye 13 divisiones, que compensan los efectos positivos y negativos. "En este caso, la compensación llevó a generar un indicador nulo. Cuando el IPC representa una variación del 0%, significa que no ha habido variación de precios respecto del mes anterior", precisó.
UN ALIVIO EN EL PANORAMA INFLACIONARIO
Según el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la inflación acumulada en lo que va del año alcanza un 2,9%, mientras que en 12 meses la variación se modera a 4%, el nivel más bajo desde abril de 2024.
Esta tendencia, según los economistas, entrega un respiro tanto para la política monetaria como para las proyecciones de crecimiento.
En este contexto, Vera explicó que
La académica agregó que este escenario podría generar un impacto muy positivo, pues se reduciría el costo de los distintos créditos.
"Los créditos de consumo, hipotecarios y comerciales se reducirían en su costo total y, por tanto, eso generaría un impulso hacia el crecimiento económico en lo que queda de 2025", detalló.
En la misma línea, la economista y profesora investigadora del Núcleo de Humanidades y Ciencias Sociales (Faro UDD), Viviana Vejar, destacó que el IPC de agosto constituye una buena noticia desde la perspectiva macroeconómica, pues permite al Banco Central tomar decisiones de política económica.
No obstante, advirtió que aunque las mediciones macroeconómicas son herramientas clave para la formulación de políticas públicas y monetarias, su impacto directo en la vida cotidiana de los ciudadanos suele ser limitado. En el caso del IPC de agosto, si bien los precios se estabilizan en términos generales, hay ítems que efectivamente subieron.
El desafío, coinciden los especialistas, está en cómo lograr que la estabilización de los precios tenga efectos concretos en el bienestar de las familias.
En el marco de las Fiestas Patrias, por ejemplo, Vera sugiere que el Gobierno podría incentivar el consumo de aquellos productos cuyos precios han descendido, para generar un ahorro efectivo en la canasta de las familias chilenas.
Controlar la inflación no es una tarea sencilla y algunas medidas que podrían parecer atractivas para los ciudadanos pueden resultar contraproducentes.
A modo de ejemplo, Vejar explicó que si se anunciara la entrega de un bono de $1 millón, "la gente recibiría esa noticia con alegría pero para efectos de una inflación futura sería pésimo, porque el que haya más dinero circulante hace que aumente la inflación".
La especialista agregó que "lamentablemente, se da esa paradoja, en que la gente, por un lado, aceptaría feliz el bono pero, por otro, a la larga, se encontraría con que los precios tendrían que subir".
Para Vejar, la clave para equilibrar la inflación radica en reactivar la productividad del país. "La inflación de un país sigue subiendo cuando la ayuda del Estado o el dinero circulante en la economía o el gasto público son superiores a lo que existe en producción real. Por eso es importante, cuando se habla de productividad, que los países reactiven su productividad para que la ayuda del Estado o el dinero circulante, si es mayor, esté a la par con la producción real del país", concluyó.
 |
||||
 |
 |
 |
 |
 |
¿Quieres contactarnos? Escríbenos a [email protected]
ContáctanosOpinión
