Apatía

Pocas veces se ha observado un proceso eleccionario tan dominado por la abulia y la apatía. Cuando resta menos de un mes para la elección de los integrantes del Consejo Constitucional, que elaborará una propuesta de carta magna, el clásico ambiente pre-electoral

Ni el despliegue de los postulantes por los territorios que buscan representar, ni el inicio de la campaña televisada por los canales de cobertura nacional ni la posibilidad de colocar propaganda en espacios públicos o privados, ha despertado algún interés en la ciudadanía. Muy por el contrario, pareciera que la sola mención de los políticos y de un nuevo proceso electoral es razón más que suficiente para que se eluda el tema o se cierre la conversación (discusión) con un par de imprecaciones al aire.

Esa percepción es ratificada en las diversas encuestas de opinión. Es lo que sucede con la elaborada por Plaza Pública Cadem que indicó que, el 70% de las personas tiene “poco o nada de interés” en la elección de consejeros constitucionales que se llevará a cabo el próximo 7 de mayo. Apenas un 30% tiene interés en el proceso que está en pleno desarrollo.

Los especialistas apuntan a una fatiga electoral. Es que,  no en vano, en los últimos cuatro años han ocurrido 17 procesos de elecciones (dependiendo de la región donde viva el votante), una cifra de la cual no se tiene punto alguno de comparación. Ciertamente que existe un agotamiento en el interés por acudir a las urnas.

A esto se suma forma en que se originó este nuevo proceso. A diferencia del proceso anterior, caracterizada por su efervescencia y altas expectativas, el actual no parte con una “hoja en blanco”, sino que existen ciertos bordes que definen cuales son los temas que se pueden abordar y cuales quedarán fuera del proceso de discusión. Para la redacción del referido anteproyecto, el comité técnico tiene como insumos el trabajo realizado durante el segundo período de Michelle Bachelet, así como el último proceso de la Convención, y también todas las Constituciones que ha tenido nuestro país a lo largo de su historia republicana.

El actual sistema considera a tres organismos a cargo de la elaboración de la carta fundamental: dos de ellos están en pleno desarrollo (la Comisión Experta y el Comité Técnico de Admisibilidad), cuyos integrantes fueron designados por el Congreso. Y el tercero es el Consejo Constitucional, que será electo por la ciudadanía en el próximo 7 de mayo, y estará compuesto por 50 personas de manera paritaria e incluyendo también a representantes de pueblos originarios. Ellos serán los encargados de discutir el texto propuesto en un plazo de cinco meses.

El punto es que la elección de mayo vuelve a incorporar el voto obligatorio para todos los ciudadanos mayores de 18 años. Es decir, prácticamente todos estamos compelidos a participar y ser parte este nuevo proceso electoral. Una vez analizada la propuesta de la nueva Carta Fundamental, se realizará un plebiscito de salida fijado para el 17 de diciembre, que también es con votación obligatoria.

Si bien la apatía parece ser la característica predominante en el proceso electoral en ciernes, es la responsabilidad de cada ciudadano por informarse y tomar una decisión con pleno conocimiento de causa. Ser sujetos activos de nuestro devenir y no simples espectadores que no inciden en las grandes decisiones que están en juego.