Regionalización tímida

Dentro de las más de tres horas y media de la cuenta pública del Presidente Gabriel Boris, dedicó cerca de cinco minutos para referirse al proceso de regionalización, descentralización y desconcentración del poder.

En su discurso, el Primer Mandatario afirmó que para dar un salto al desarrollo, nuestro país necesita que las regiones y su gente sean protagonistas y mencionó que en el primer año se puso el foco en la descentralización fiscal, con recursos y poder de decisión en los territorios y no resuelto en las oficinas de la capital.

El Jefe de Estado puso acento en el sentido redistributivo del royalty minero que permitirá que los 450 millones de dólares que se recaudarán por esa vía, lleguen a las comunas y regiones a lo largo y ancho de todo el país.

Otro aspecto que relevó Gabriel Boric es el relativo al proyecto de ley Regiones Más Fuertes, que otorga a los gobiernos regionales más autonomía y flexibilidad para invertir sus recursos y eleva los estándares de transparencia, probidad y participación ciudadana.

Por otro lado, resaltó los cuatro Comités de desarrollo productivo regional, sumando a los tres ya existentes, que permiten que los programas de fomento productivo que ejecutan Sercotec y Corfo en cada región, sean diseñados en las regiones, recogiendo sus particularidades y demandas.

En último término, se refirió al traspaso seis competencias a los gobiernos regionales, las cuales se relacionan con la planificación territorial y la evaluación ambiental, y entregando poder de decisión en el fomento a la economía regional.

Los anuncios, aunque valorables, se pueden calificar de tímidos. De hecho, ya hubo voces que reclamaron porque una de las iniciativas del Ejecutivo crea la figura de Jefe o Jefa de Gobierno Interior, en reemplazo del actual cargo de delegado (a) presidencial, es catalogada como un retroceso en materia de descentralización.

Ciertamente que el Ejecutivo pudo haberse tomado un camino mucho más ambicioso y audaz en términos del traspaso de competencias y recursos al nivel regional y comunal. Hasta ahora, solo el 10% de los recursos que se invierten en las regiones son resueltos en el mismo territorio. El porcentaje restante es decidido en la Región Metropolitana en materias tan fundamentales como salud, educación y obras públicas. La propuesta presidencial solo considera a organismos de fomento productivo (Corfo y Sercotec) cuyo presupuesto palidece frente a los de las áreas antes mencionadas.

Llama la atención que un tema que fue muy relevante para el Presidente Boric en la época en que fue diputado por la Región de Magallanes (hizo una serie de propuestas para resolver la virtual condición de aislamiento de su tierra de origen), ahora se haya expresado en la presentación de cuatro iniciativas y nada más.

Pudo ser mucho más. En buena parte del siglo pasado y en las primeras décadas de esta nueva centuria, la regionalización ha sido parte permanente del discurso de las autoridades políticas. Todos coinciden que se debe profundizar el proceso. Sin embargo, la experiencia demuestra que cada avances ha costado una enormidad, dilatando la posibilidad que las regiones tengan la posibilidad de elegir la manera en que se desarrollan y prosperan, sin depender del permiso o visto bueno del nivel central. Es esperaba más. Solo fueron tímidos anuncios.