Editorial

Mejor cambiemos de tema

En medio de una crisis de credibilidad por el bullado caso de robo de computadores que, dicho sea de paso, al menos fisura la confianza de la ciudadanía sobre las capacidades de la actual administración, el Presidente, en cadena nacional, arremete con una pacto fiscal 2.0 para cambiar el tema, incluyendo en su interior 2 dos proyectos de ley tributarios, uno que incentiva la formalización y beneficios para la clase media, y otro que pretende combatir la evasión y elusión tributaria, y en eso volvemos al tema vivido en marzo recién pasado, un proyecto tributario ya rechazado en su idea de legislar por 71 votos en su primer paso por la Cámara de Diputadas y Diputados. ¿Qué tendrá este de novedoso?

Según algunos esta es una propuesta de pacto social con mayor grado de conciliación, no porque lo quisiera, sino que de otra manera habría sido porfía. Para otros solo anuncios ambiguos.

Seis son los puntos clave de este nuevo pacto fiscal.

1.- Principios para un sistema tributario moderno en Chile

2.- Necesidades y prioridades de gasto

3.- Fortalecimiento de la administración tributaria y reforma del impuesto a la renta

4.- Inversión, productividad y formalización de la economía

5.- Transparencia, eficiencia y calidad de la entrega de servicios

6.- Sistema de seguimiento, monitoreo y evaluación de los compromisos asumidos

Y es que más allá de lo anunciado, lo que se necesita para que los distintos sectores económicos puedan evaluar correctamente este nuevo pacto social son las medidas concretas que este incluirá, pues es en ese análisis donde está puesta la mirada de muchos, esperando que este nuevo pacto incentive el crecimiento, el desarrollo y la salida definitiva de una economía chilena desplomada.

De forma transversal también se espera corresponsabilidad de las acciones, pues así como para algunos, las iniciativas que apuntan a modificar las reglas de tributación a la renta tanto de empresas como de personas, tienen un efecto acotado de ingresos para el estado versus el aumento de incertidumbre que genera para inversionistas y el consecuente golpe en los bolsillos para la ciudadanía, también varias voces han sido las que desde un principio han pedido al mismo gobierno mayor eficiencia en el gasto público, pedido que hasta hoy no se ha visto reflejado en el que hacer de la actual Presidencia. ¿Será que de verdad necesitamos incrementar las tributaciones de todos los chilenos en un escenario tan complejo como el actual? ¿o simplemente será falta de capacidad para dotar de mayor eficiencia el gasto fiscal consiguiendo los ahorros que financien las lícitas demandas de todos los chilenos?

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