Hay que elogiar el esfuerzo por sacar adelante la Orquesta Filarmónica de Biobío, un proyecto musical que empujado por la Corporación Cultural Biobío (Corcubío), organización que se constituyó a principios de año con el fin de desarrollar las distintas manifestaciones de la cultura.
Uno de sus primeros proyectos fue crear una orquesta de ese tipo aunque la idea, según sus organizadores, se venía fraguando hace algunos años con la intención de canalizar los talentos musicales que están dispersos por la zona.
Después de una convocatoria abierta, se reunieron más de 30 músicos, bajo la dirección del maestro Diego Gutiérrez, quienes ensayaron por más de dos meses para su estreno en un público general. Dicho acontecimiento ocurrió hace ya algunos días, con una presentación a tablero vuelto en el Teatro Municipal de Los Ángeles, en que se pudo escuchar un repertorio de creadores y bandas nacionales, como Los Prisioneros, Los Jaivas, Patricio Manns, Violeta Parra, Víctor Jara y Gastón Soublette. Al cabo, se culminó con una ovación de pie que duró varios minutos en reconocimiento al esfuerzo y trabajo desplegado por los músicos.
Sin duda que se trata de un esfuerzo enorme para convocar a los talentos musicales, organizarlos y articularlos, de tal manera que se lograra la armonía necesaria para una presentación de calidad, todo con el necesario apoyo de técnicos y equipos de producción de nuestra propia zona.
Organizar y mantener una orquesta sinfónica y filarmónica es una tarea titánica, más aún cuando la corporación que le otorga ese soporte es organización privada, de data reciente y que, por lo mismo, no cuenta con financiamiento público.
Sostener esa cantidad de músicos de alto nivel, tanto para los ensayos como para sus presentaciones en distintos escenarios, con todo el equipo de producción que le acompaña para el montaje, escenografía, iluminación, sonido, fotografía y comunicaciones, implica un esfuerzo económico importante.
De ahí que sea aún más significativo el trabajo desplegado por la Corporación Cultural Biobío que ahora pretende que después de su presentación en Los Ángeles, la Orquesta Filarmónica sea coherente con su nombre, y pueda hacer una itinerancia por las comunas de la provincia.
Sin lugar a dudas que será importante que se pueda llegar con esta música de arte superior a los distintos rincones de Biobío, en un afán por descentralizar la cultura, de tal manera que antucanos, quilaquinos, negretinos, sanrosendinos o santabarbarinos, entre otros, puedan ver y escuchar a una orquesta de ese nivel.
Pero también será muy importante que el sector público y el mundo privado, especialmente de las empresas de mayor tamaño, puedan colaborar de manera sustantiva para mantener vivo este proyecto musical que es absolutamente inédito en la zona.
El desarrollo de las sociedades no solo se puede remitir a lo tangible, a las "cosas" con departamentos, casas, calles y puentes, entre otros. Las distintas expresiones de arte del ser humano son el complemento necesario ineludible para la construcción de una mejor sociedad, como bien puede serlo lo Orquesta Filarmónica de Biobío.