Editorial

Las carencias en salud

Área de Urgencias Hospital Base VRR, Archivo La Tribuna
Área de Urgencias Hospital Base VRR / FUENTE: Archivo La Tribuna

"Llevamos meses con una gran cantidad de pacientes que tienen necesidad de continuidad de manejo hospitalizados, llegando incluso a dejarlos en los pasillos de la Unidad". Esas palabras corresponden a una parte de la declaración suscrita por los médicos de la Unidad de Emergencias del Complejo Asistencial "Dr. Víctor Ríos Ruiz" de Los Ángeles para referirse a la aguda situación que están enfrentando en las últimas semanas.

De acuerdo a lo que explicaron los propios facultativos, el masivo despido de los funcionarios a honorarios que estaban contratados por la emergencia por el Covid-19 (más de seis mil a nivel nacional) se suma a factores como la creciente demanda de consultas ambulatorias, el aumento en los ingresos y la reciente decisión de dejar de hospitalizar pacientes en sillas.

¿La consecuencia? La saturación total de la Unidad de Emergencias del recinto asistencial angelino, muchos de los cuales esperan un cupo para su hospitalización.

No se trata de un problema nuevo, por cierto. En realidad, parece un cuento de nunca acabar. Aunque ha habido inversiones para mejorar la infraestructura y contratar a un mayor número de profesionales, incluidos médicos de distintas especialidades, parece no ser suficiente. Tampoco se trata de una realidad acotada al hospital de Los Ángeles, sino que se multiplica en cada uno de los recintos de salud, incluidos los establecimientos de atención primaria, como los Centros de Salud Familiar (Cesfam). Parece ser que cada esfuerzo por mejorar la situación del área es superada ampliamente por la realidad, por los "porfiados hechos".

La gran pregunta es qué se puede hacer. Ciertamente que las principales respuestas deben venir desde el nivel central. Por lo pronto, en el presupuesto de la nación para el año 2024 se anunció un incremento de los recursos de salud en más de un 8%, lo que permitirá recontratar a buena parte de los trabajadores que estuvieron a honorarios durante la emergencia por el coronavirus.

También a nivel general se debe poner acento en una campaña de educación para que hasta la Unidad de Emergencias lleguen pacientes que respondan al propósito y fin de esa área hospitalaria: atender emergencias. Son demasiados los casos de personas que acuden por situaciones que no lo ameritan y deben esperar por horas para algún tipo de resolución

Pero más allá de esos puntos, ciertamente que se debe apurar el tranco para la construcción de un nuevo hospital en la capital provincial de Biobío. Está la voluntad y se está trabajando en el proyecto para hacerlo realidad. Sin embargo, los tiempos del proceso marchan a un paso demasiado parsimonioso, quizás para que en cinco años se puedan comenzar las obras. Las necesidades de salud son de ahora y no admiten mayores dilaciones.

También es importante reforzar los recintos hospitalarios de la zona, como los de Mulchén y Nacimiento, que pueden absorber parte de la necesidad de atención de salud, descomprimiendo la presión en el principal centro de referencia de la provincia de Biobío.

Los especialistas tienen las respuestas. Las autoridades - todas, sin excepción - deben ponerse en campaña para trabajar en esas soluciones que son cada vez más urgentes y necesarias.

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