Bajo el lema "¿iAhora qué hacemos?", se realizó la sexta versión del Congreso Futuro en Concepción, instancia que reunió a expertos, expertas y líderes de opinión a nivel nacional, regional e internacional para divulgar el conocimiento a través de paneles de conversación.
El encuentro convocó a autoridades regionales y a representantes de las cuatro principales casas de estudios superiores de la zona, las cuales impartirán el primer doctorado en Inteligencia Artificial.
Precisamente los rectores de las principales universidades de la región destacaron el escenario en el cual se encuentra el Biobío respecto a esta nueva tecnología. El rector de la universidad de Concepción, Carlos Saavedra señaló que "el Congreso Futuro nos permite encontrarnos anualmente con los desafíos presentes y futuros de la humanidad y de la intencionalidad de abordarlo desde la ciencia, desde la toma de decisiones basadas en evidencia científicas a partir de preguntas que no tienen respuestas, a partir de preguntas que abren caminos futuros y que nos permiten ir construyendo nuevas fronteras con trabajo colaborativo".
Su par de la Universidad del Biobío Benito Umaña destacó el sentido descentralizador de la instancia. "Si bien esto nace en Santiago, hoy lo que se está llevando es un trabajo descentralizado, estamos trabajando en las regiones". En tanto, el vicerrector de Investigación y Postgrado de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Antonio Brante señaló que este trabajo sirve como ejemplo en otras áreas, para construir en conjunto una mejor sociedad.
En la era actual, la tecnología avanza a pasos agigantados, y la Inteligencia Artificial (IA) se presenta como la llave maestra hacia un futuro más innovador y sostenible. En este contexto, es fundamental que la región no se quede rezagada, sino que se sumerja con determinación en este mundo.
En primer lugar, la implementación de la Inteligencia Artificial abre un abanico de posibilidades para el crecimiento económico. Las empresas que con tecnologías avanzadas pueden mejorar su eficiencia, reducir costos y aumentar productividad. Esto no solo beneficia a las grandes corporaciones, sino también a las pequeñas y medianas empresas que encuentran en la IA un aliado estratégico para competir en un mercado globalizado.
Además, la inversión en Inteligencia Artificial impulsa la creación de empleo especializado. El desarrollo de habilidades en programación, análisis de datos y aprendizaje automático se vuelve esencial. Instituciones educativas y centros de formación pueden aprovechar esta oportunidad para adaptar sus currículos y garantizar que los profesionales locales estén preparados para los desafíos del futuro. Esto no solo fortalece el capital humano de la región, sino que también atrae talento y empresas interesadas en aprovecharlo.
La IA no solo es una herramienta económica; también desempeña un papel fundamental en resolver problemas sociales y ambientales. En Biobío, la implementación de sistemas inteligentes puede contribuir a la gestión sostenible de recursos naturales, la prevención de desastres y la mejora de la calidad de vida de la población. La capacidad de analizar grandes conjuntos de datos puede proporcionar insights valiosos para abordar desafíos específicos de la región, como la gestión del agua, la agricultura sostenible y la planificación urbana.
En conclusión, avanzar en Inteligencia Artificial en la región del Biobío no solo es una necesidad, sino una oportunidad para transformar la realidad local. Al apostar por la innovación y la tecnología, la región puede posicionarse como un actor clave en el escenario nacional e internacional.