El reciente proyecto de ley que reforma el sistema de pensiones en Chile, aprobado el miércoles 29 de enero de 2025, pone fin a una discusión que se había prolongado de manera excesiva, pasando incluso por tres mandatos presidenciales.
La iniciativa, que fue fruto de una áspera negociación del Gobierno con los partidos de ChileVamos, introduce cambios destinados a mejorar las jubilaciones de los trabajadores. Sin duda que será un avance importante para más de dos millones de jubilados que tendrán in incremento en sus pagos.
Sin embargo, es crucial analizar cómo estas modificaciones afectarán a las empresas, especialmente en términos de costos laborales y competitividad.
La reforma contempla un aumento en la cotización previsional con cargo al empleador un 8,5% adicional, que se desglosa en un 7% para pensiones y un 1,5% correspondiente al Seguro de Invalidez y Sobrevivencia (SIS). Aunque esta medida busca fortalecer el sistema previsional y asegurar mejores pensiones futuras, representa un desafío financiero para las empresas.
Diversos gremios empresariales han expresado su preocupación por el aumento de los costos laborales derivados de esta reforma. La Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), a través de su presidenta Susana Jiménez, valoró el acuerdo pero señaló que "la propuesta implica un costo demasiado alto para el empleador, que no refleja el costo real de la compensación". Además, enfatizó la necesidad de una mayor gradualidad en el alza de cotizaciones para mitigar el impacto en el mercado laboral.
La Cámara Nacional de Comercio (CNC) también manifestó inquietudes. Su presidente, José Pakomio, indicó que "el proyecto implica un alza significativa en los costos de contratación, con un incremento del 7% en la cotización del empleador. Esto afecta gravemente a las empresas de menor tamaño, que ya enfrentan desafíos de liquidez y competitividad".
Por su parte, la Multigremial Nacional, representada por Juan Pablo Swett, cuestionó si el Gobierno y la oposición están considerando algún tipo de ayuda para micro y pequeñas empresas para solventar estos aumentos en las cotizaciones.
Un informe financiero del gobierno estima que el aumento de la cotización podría afectar la creación de aproximadamente 52.000 puestos de trabajo entre 2020 y 2029, con un impacto promedio anual de 5.700 empleos. Además, se proyecta una disminución del 1,5% en los salarios reales.
Este escenario plantea desafíos significativos para las empresas, especialmente las pequeñas y medianas, que podrían enfrentar dificultades para absorber los costos adicionales sin afectar su competitividad. Existe el riesgo de que algunas empresas opten por la informalidad laboral para reducir gastos, lo que contravendría los objetivos de la reforma y afectaría negativamente a los trabajadores.
Si bien la reforma previsional busca mejorar las pensiones de los trabajadores chilenos, es esencial considerar y mitigar sus efectos en el sector empresarial. Aunque se considera una gradualidad, se deben evaluar medidas de apoyo para las pequeñas y medianas empresas que podrían ser estrategias efectivas para equilibrar la necesidad de mejorar las jubilaciones sin comprometer la salud económica y la competitividad de las empresas en Chile.
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