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Con el resguardo de la identidad tanto de los niños como de los apoderados que se acercaron a diario La Tribuna para dar a conocer el caso, hace unos días se desveló una eventual situación de violencia sexual entre compañeros de tercero básico de un establecimiento educacional en Los Ángeles.
El incidente ocurrió en el Colegio Los Ángeles y habría afectado a varios niños de un mismo curso pero recién se enteraron varias semanas después que se trataba de un problema generalizado.
Uno de los apoderados denunciantes explicó que "me llamaron por una situación puntual que mi hijo tuvo con otro niño y me pidieron mantener bajo reserva. Tras varios días y semanas un apoderado preguntó por Whatsapp del tema y nos dimos cuenta que éramos varios los perjudicados".
Detalló que estas situaciones habrían ocurrido en el baño del establecimiento, cuando uno de los niños se encerraba con sus compañeros a "darles besos, les hacía tocaciones y otras cosas que no las puedo relatar".
Dichas situaciones ocurrieron desde el primer día de clases pero el colegio recién el viernes pasado realizó una reunión para detallar las medidas que se tomarían, considerando que el caso tuvo que ser denunciado en la Fiscalía y en la Superintendencia de Educación.
Esta última entidad sólo se refirió al tema señalando que "como en toda denuncia, se solicitaron los antecedentes al establecimiento para que indique si adoptaron las medidas respectivas de activación de protocolos".
El apoderado se quejó que pese a poner la denuncia formal, "el colegio no hizo nada (así que) fui a la OPD (Oficina de Protección y Derecho de la Infancia) donde se ingresó el reclamo y llamaron a una reunión extraordinaria para comunicarnos que al niño tendrán que aislarlo de los niños perjudicados".
El denunciante dijo "entender que el niño debe estar pasando quizás por qué cosas que uno no sabe", pero hizo ver que el Colegio "demoró demasiado para tomar las medidas correspondientes".
A juicio de varios apoderados, justamente esa tardanza es la mayor queja, así como también la falta de apoyo psicológico para los niños afectados y sus familias. "Tuve que tomar de forma personal un psicólogo, y otras situaciones en las que el colegio no nos apoyó en nada, jamás me preguntaron cómo estaba mi hijo. Jamás".
El equipo de prensa de diario La Tribuna se contactó con el establecimiento donde ocurrieron los hechos para conocer sobre los protocolos de actuación y resguardos frente a este tipo de incidentes.
Al respecto, la directora del Colegio Los Ángeles, Pía Vergara Escribano, aclaró algunos puntos y medidas que tomaron. "Todo esto parte el 8 de marzo cuando concurre una apoderada del colegio a comentar la situación, y desde ese día se activan los protocolos de abuso, pero haciendo los énfasis en este caso en las edades de los niños. Como establecimiento, no somos una entidad que tenga que investigar, por ese mismo motivo, la edad de los niños", afirmó la directora.
Indicó que -de todas formas- "se activaron los protocolos. Es importante dar a conocer que aquí actúan todas las entidades relacionadas con el caso, como el equipo de convivencia escolar, conversación con la profesora jefe, citación de los apoderados y, obviamente, entregar la información de lo que se está haciendo a los padres y apoderados".
En este caso en particular, la directora aseguró que se han puesto a disposición de los estudiantes y apoderados todos los mecanismos apoyo y resguardo que indican los protocolos establecidos. "Nos hemos dado cuenta que tratamos de catalogar abusos ciertas situaciones que no lo son, y ahí es donde se generan estas sobre-alarmas que lleva a manejar la información de muy mala manera. En eso cautela. Es muy delicado que hoy día se diga que un colegio no toma ninguna medida, sobre todo sabiendo que hoy estamos en un ojo crítico de acción".
Por lo mismo, aseguró que "esperamos que de aquí en adelante eso sirva de ejemplo concreto para esta comunidad y para todas las que nos enfrentamos a situaciones así de complejas".
En cuanto a la situación del niño denunciado, Pía Vergara afirmó que continuará en el establecimiento: "No podemos desvincularlo sobre todo cuando hay una realidad detrás de él, en este caso de apoyo y de trabajo. No podemos desligarnos de él por esta situación".
Reiteró que "se están tomando medidas extremas de acompañarlo en este periodo, para que tampoco se sienta aislado. Todas lo que hemos hecho ha sido pensado en estas medidas formativas y en la etapa del desarrollo donde tenemos que moldear y guiar también".
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