El Núcleo de Humanidades y Ciencias Sociales Faro UDD presentó su nueva edición del boletín regional, titulada "Inclusión educativa en la región del Biobío", donde se analiza el panorama de la educación inclusiva y los principales retos que enfrenta el sistema escolar en la zona. A través de datos actualizados, el documento ofrece una radiografía de la situación de los estudiantes con Necesidades Educativas Especiales (NEE), destacando la creciente demanda por recursos y adecuaciones especializadas.
El informe señala que el 69,96% de los establecimientos públicos del país han implementado el Programa de Integración Escolar (PIE), que busca apoyar a los estudiantes con NEE. Sin embargo, aún un 30,04% de los establecimientos no lo ha implementado, según cifras del Ministerio de Educación (MINEDUC) de 2023.
En la región del Biobío, un 16,3% de los estudiantes matriculados presenta alguna NEE, cifra que supera el promedio nacional del 13%. Estos números posicionan a la región como la segunda con mayor proporción de estudiantes bajo el PIE, acumulando el 13% del total nacional, solo por detrás de la Región Metropolitana, que concentra el 27%.
A nivel nacional, más de 435.000 estudiantes con NEE están matriculados en el sistema regular, lo que genera una demanda por recursos y adaptaciones que excede las capacidades actuales de muchos establecimientos. En la Región del Biobío, esta situación se agrava debido a las limitaciones impuestas por la normativa vigente, que establece un tope de estudiantes con NEE por curso.
Además, se señaló que el Sistema de Admisión Escolar (SAE) impide a los colegios conocer las condiciones de los estudiantes durante el proceso de postulación, lo que dificulta la planificación adecuada y la distribución de apoyos especializados de manera oportuna.
El documento también resalta el incremento significativo de diagnósticos de Trastorno del Espectro Autista (TEA) en los últimos años. A nivel nacional, la cifra de estudiantes diagnosticados con TEA se ha duplicado, pasando de 12.138 en 2020 a 24.163 en 2022. La Región del Biobío sigue esta misma tendencia, con un aumento de 1.586 a 3.314 estudiantes diagnosticados en el mismo período.
Este incremento presenta un desafío adicional para los establecimientos educativos, ya que los diagnósticos permanentes, como el TEA, requieren de mayores recursos y adaptaciones específicas para garantizar la integración adecuada de los estudiantes en el sistema escolar.
