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La Tribuna

De campeón de cueca a estudiar medicina: La historia de Maximiliano Sandoval como puntaje máximo de la PAES

por Pía Oliva Moscoso

Maximiliano Sandoval, egresado del Liceo Alemán del Verbo Divino de Los Ángeles, relató su trayectoria en la cueca y su preparación para la PAES, con la que espera cumplir su sueño de convertirse en médico.

De campeón de cueca a estudiar medicina: La historia de Maximiliano Sandoval como puntaje máximo de la PAES / Cedida

Maximiliano Esteban Sandoval Riquelme, de 17 años, es uno de los egresados del Liceo Alemán del Verbo Divino que ha logrado el puntaje máximo en la prueba de Matemáticas (M1) de la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES). Sin embargo, su historia no solo está marcada por su excelencia académica, sino también por su pasión por la cueca, nuestro baile típico, que le llevó a ser campeón nacional a los nueve años.

LA CUECA: UNA PASIÓN INCULCADA DESDE PEQUEÑO

Maximiliano recuerda con cariño cómo comenzó a bailar cueca cuando estaba en tercero básico, en el contexto de una competencia escolar. "Empecé a bailar cueca por una situación bien particular. En tercero básico fui rey de alianza y junto con la reina teníamos que bailar cueca. No sabía nada de la danza, y por curiosidad y no querer hacer el ridículo, me animé a aprender", relató animadamente.

Fue en la Academia El Semillero Negrete, donde Maximiliano descubrió su pasión por la cueca. "Al principio, empecé muy tranquilo, medio perdido, pero con el tiempo fui aprendiendo y formando lazos bonitos con mis compañeros".

Su talento no tardó en sobresalir. En 2016, con tan solo nueve años, logró llegar al campeonato nacional de cueca. "Primero ganamos el campeonato interno del liceo, luego el comunal en Negrete, y después fuimos avanzando hasta llegar al nacional", recuerda orgulloso. Sin embargo, Maximiliano no olvida a quienes lo apoyaron durante todo este recorrido. "No hubiese logrado nada de eso sin tres personas que siempre llevo en mi corazón: mi tío José Luis, mi tío Rubén y mi profesor Cristian Ramírez, alias 'tío Roro'. Ellos fueron fundamentales en mi formación como cuequero", aseguró el joven.

Sin embargo, aunque la cueca sigue siendo parte importante de su vida, ya no la practica de manera competitiva. "Me considero cuequero de corazón. Es algo que hasta el día de hoy lo guardo en mi recuerdo con mucho cariño, y cada vez que tengo la oportunidad de bailar la aprovecho, porque sin duda es algo que a mí me apasiona, pero durante los últimos años me he enfocado en mis estudios y en prepararme para la PAES", comentó.

PREPARACIÓN PARA LA PAES Y SU VOCACIÓN POR LA MEDICINA

De esta forma, durante los últimos años de enseñanza media, Maximiliano centró todos sus esfuerzos en rendir bien la Prueba de Acceso a la Educación Superior (PAES). "Desde tercero medio en el Liceo Alemán nos preparan muy bien para la PAES, con ensayos y mucho material. Pero fue en cuarto medio donde enfoqué todo mi esfuerzo, con ensayos desde la primera semana de marzo y preparándome en un preuniversitario de ciencias con Rogers Astete", relató.

Maximiliano reconoce que el camino no fue fácil. "Hubo días en los que llegaba agotado del colegio, iba al preuniversitario y luego a casa a seguir estudiando. Fue un proceso desgastador, pero siempre me mantuve enfocado en la meta", aseguró. "El apoyo de mis profesores fue clave, especialmente de Jaime, mi profesor de matemáticas, quien siempre creyó en mí y me motivó a dar lo mejor. Descubrí un gusto enorme por las matemáticas gracias a él".

Curiosamente, Maximiliano cuenta que en cuarto medio había considerado estudiar ingeniería, pero su pasión por la medicina, que nació en la infancia, prevaleció. Desde pequeño, había soñado con ser médico, participando en la Cruz Roja y viviendo experiencias que le inculcaron el valor de la vocación y el servicio.

"Medicina fue lo que quise estudiar toda mi vida, desde prekínder hasta segundo medio, aunque en algún momento dudé y pensé en ingeniería", señaló. Además, destacó que su vocación por la esta área de la salud fue inculcada por su tía, quien lo introdujo a la Cruz Roja en su infancia. "Ella siempre me inculcó el gusto por la medicina y la vocación que se necesita para ser médico", añadió.

"Hay que tener mucha dedicación y esfuerzo, y algo que estoy dispuesto a conllevar, ya que son siete años que voy a estar estudiando, y probablemente más, si me quiero especializar, y que la verdad siento que van a valer la pena, y que me voy a dedicar a algo que me gusta", aseguró Maximiliano.

DOS PASIONES Y UN MENSAJE DE PERSEVERANCIA

A modo de mensaje para las generaciones más jóvenes, Maximiliano insistió en la importancia de la perseverancia. "El único mensaje que puedo dar es que el esfuerzo siempre va a tener su recompensa, la verdad que soy testigo de muchas situaciones en donde el esfuerzo, el superarse cada día, el tener una disciplina, una rutina constante, va a llevar tarde o temprano al éxito, quizás no de inmediato, pero tarde o temprano van a lograr esa meta que uno se propone", aseguró.

Finalmente, el joven destacó el apoyo fundamental que recibió de su familia, amigos y su pareja durante este proceso. "Mis padres, mi hermano, mis amigos y mi pareja fueron clave para mantenerme enfocado. No todo es estudio, también es importante dar espacio a la mente, compartir con los seres queridos y disfrutar de esos momentos", concluyó.

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