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Ante la cercanía del inicio del año escolar, la Secretaría Regional Ministerial (Seremi) de Salud del Biobío, en conjunto con la Unidad de Gestión Ambiental, comenzó un operativo de fiscalización especial en torno a la venta de útiles escolares en la región. El objetivo principal de esta inspección es asegurar que los artículos que adquieran las familias cumplan con la normativa vigente y no representen un riesgo para la salud de la población escolar.
La fiscalización abarca tanto librerías como supermercados, y busca promover la compra de productos seguros. En este contexto, la seremi (s) de Salud del Biobío, Javiera Ceballos Aedo, junto con el Seremi de Educación, Carlos Benedetti Reiman, supervisaron el cumplimiento de diversas normativas sanitarias y de seguridad en la venta de productos escolares.
El año 2024 se realizaron un total de 18 inspecciones en la región: 8 de ellas en la provincia de Biobío, 6 en Concepción y 4 en Arauco. Afortunadamente, ninguno de estos controles derivó en sumarios sanitarios, lo que refleja un compromiso creciente por parte de los establecimientos comerciales en respetar las normativas.
Durante la inspección, la seremi (s) de salud destacó la importancia de estas fiscalizaciones. "El llamado a la población es a comprar siempre en locales establecidos, revisando que las instrucciones y etiquetas estén en idioma español, verificando que la concentración de plomo en témperas, acuarelas y productos similares se adecue a la norma; además de velar por el respeto a la prohibición de venta de adhesivos y pegamentos que contengan solventes a menores de edad, entre otros aspectos contenidos en reglamentos vigentes", señaló.
Por su parte, el Seremi de Educación, Carlos Benedetti Reiman, hizo hincapié en la transparencia y equidad en la adquisición de útiles escolares, recordando a las comunidades educativas que las marcas específicas no deben ser impuestas. "Solo en forma excepcional, cuando existan razones de carácter pedagógico, sanitario o de otro orden debidamente acreditables, los profesores o establecimientos educacionales podrán recomendar, pero nunca obligar, determinadas marcas de productos escolares en las listas de útiles. Además, señalar que la ausencia de implementos escolares no puede derivar en la exclusión de actividades educativas", explicó.
Además de las inspecciones, las autoridades han puesto énfasis en entregar recomendaciones sanitarias para las familias al momento de adquirir útiles escolares. Entre los principales consejos, destacan la verificación de que los productos sean adecuados para la edad del niño o niña, especialmente en el caso de materiales como pegamentos y adhesivos.
Estos últimos deben contar con etiquetas que señalen advertencias como "Úsese en ambientes ventilados" y "La inhalación frecuente y prolongada de este producto genera daños irreparables a la salud". Este tipo de productos, al contener sustancias tóxicas, no deben ser utilizados por menores de edad.
El operativo de fiscalización continuará desarrollándose durante las semanas previas al inicio de las clases, con el objetivo de cubrir el mayor número de establecimientos posibles y asegurar que los útiles escolares en circulación cumplan con los requisitos establecidos por la normativa vigente.
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