El encuentro contará con la participación de destacadas figuras chilenas como la excoordinadora sociocultural de la presidencia, Irina Karamanos; la ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana; la alcaldesa de Santiago, Irací Hassler; y la diputada del Partido Comunista, Karol Cariola.
Para finalizar el mes de la mujer y por todo lo alto, medio centenar de lideresas, políticas y legisladoras de una treintena de países de América Latina, Europa y Asia, se dieron cita este jueves 30 de marzo y 1 de abril en la ciudad de México para gestar el primer "Encuentro Fundacional de la Internacional Feminista".
El objetivo es crear espacio de coordinación de grupos que luchan en favor de la agenda del sector, y diseñar una hoja de ruta que permita la articulación del debate sobre distintas propuestas que tienes las líderes y activistas en cada uno de los países y también a nivel mundial, afirma a la Agencia EFE la legisladora ecuatoriana Gissela Garzón.
El texto de la convocatoria señala que el encuentro se desarrollará en un momento crucial en que "el mundo se encuentra atravesado por fuertes crisis económicas, políticas, sociales, sanitarias, alimentarias y ambientales”.
En la unión está la fuerza
"El feminismo es un proyecto de sociedad que mejora las condiciones de vida de la humanidad y su relación con el planeta, porque es capaz de ofrecer las respuestas a los retos que enfrentamos actualmente”, consigna la invitación.
En la creación de la Internacional Feminista participarán -además- representantes de países americanos como Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Paraguay, Perú, Uruguay y Venezuela. Así como figuras europeas de Alemania, Bélgica, España, Francia, Grecia e Italia; asiáticas de India, Bangladesh y Palestina, entre otras.
El comunicado destaca que uno de los principios que ronda la iniciativa es que las agrupaciones feministas "debemos estar juntas, consolidadas y respaldándonos" a través de una "agenda permanente" de iniciativas sobre los ejes del activismo del sector como las luchas contra la desigualdad, el acceso pleno al trabajo, a la educación y a la salud, agrega la legisladora ecuatoriana, Garzón.
Además, advirtieron que se unen no solo para construir alternativas de desarrollo y democratización a partir de sus militancias en el feminismo popular; sino abordar el gran despliegue de la reacción conservadora y neofascista que tiene al movimiento feminista, sus liderazgos y su agenda, como objetivos centrales de sus ataques.