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En el marco de una nueva conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer este 25 de noviembre, la psicóloga Nicole González, coordinadora del programa "Empoderamiento de Mujeres de San Pedro de la Paz y Concepción", entregó algunas claves para reconocer los tipos de violencia a los que están expuestas, cómo reconocer a una víctima y cuáles son los canales de ayuda.
Según cifras de la ONU Mujeres, en todo el mundo hay 736 millones de mujeres -casi una de cada tres- que han sido víctimas de violencia física o sexual por parte de su pareja, de violencia sexual fuera de la pareja, o de ambas, al menos una vez en su vida, y sin contar los datos de acoso sexual.
Estas cifras también se han incrementado por el impacto de la pandemia de Covid-19, lo que se ha visto en temas como el retroceso de la participación femenina en el mercado laboral, ha aumentado el número de mujeres que viven en la pobreza extrema, ha incrementado la carga de trabajo doméstico y de cuidados no remunerados, todo lo cual además aumenta los factores de riesgo e impulsores de la violencia contra las mujeres y las niñas.
En ese contexto, la psicóloga Nicole González, planteó como primordial hablar de violencia "porque la violencia de género establecida a través de la ONU se refiere a cualquier acto o conducta que está basada en esta diferenciación de género que cause un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico hacia una persona. En teoría, es cualquier acto que produzca daño en razón de género, no solo contra las mujeres, sino que también contra las diversidades de género".
También hizo el punto respecto a la violencia intrafamiliar, única que permite sancionas en Chile gracias una ley específica que "abarca todas las relaciones familiares, ya sea de cónyuge, contra los adultos mayores, contra hijos o hijas. Entonces, hacer esta diferenciación que la violencia de género es más general, y en Chile específicamente no se encuentra sancionada".
En cuanto a los tipos de violencia contra la mujer y sus características para reconocerlos, la psicóloga detalló que "se pueden manifestar de distintas formas, con algunas señales. Está el iceberg de la violencia donde se detallan las diferentes acciones o comportamientos que se van acumulando, y que muchas veces no las vemos. En la cúspide tenemos los femicidios que es ya la versión final de la violencia de género".
Lo más que se evidencia o de lo que existen más denuncias es de la violencia física, "donde hay señales evidentes como las lesiones, moretones, cortaduras, fracturas o comportamientos como el golpear, empujar, estrangular o cualquier forma de agresión física".
Está la violencia psicológica o emocional, más difícil de evidenciar "porque es tu palabra contra la de otra persona, pero existen algunas señales que nos pueden entregar las personas que son víctimas, como los cambios en la salud mental, depresión, ansiedad, trastorno por estrés postraumático o también baja autoestima, culpa, vergüenza y otras emociones negativas".
También se encuentra la violencia sexual que no existe sólo en una relación de pareja, sino que puede ocurrir "cuando te obligan a mantener relaciones sexuales y tú no quieres, y está el mandato social de que si es su pareja o esposo debes acceder, pero no. Si te obligan y tú no quieres, es una violación, aunque sean pareja".
Nicole González precisó que "esto tampoco está relegado solo a este ámbito, sino que la violencia sexual también puede estar en la calle o en el trabajo en forma de acoso sexual, así como también a nivel de negación de los derechos sexuales y reproductivos de parte de los servicios de salud o instituciones relacionadas".
Otro aspecto considerado es la denominada violencia económica o patrimonial, donde se controlan los ingresos de las mujeres por parte de sus parejas. "Es, por ejemplo, controlar los accesos del dinero, impedir que las mujeres puedan trabajar, o negar el derecho a tomar decisiones financieras en lo que cada una pueda gastar", citó la especialista.
A los casos anteriores se añaden la violencia digital que últimamente es más vista y que preocupa debido a la masificación de las redes, así como también la violencia institucional o estructural que engloba todo lo anteriormente mencionado, y que se relaciona a la discriminación sistémica. "Existe en las leyes, en la política con lo que se van perpetuando estas situaciones de desigualdad", indicó.
Para buscar ayuda en situaciones de violencia, la psicóloga relevó la importancia de recurrir a los canales dispuestos para ese fin, como el Fono Familia de Carabineros 149, el 134 de la Policía de Investigaciones y el 1455 de orientación y ayuda a las mujeres que sufren situaciones de violencia. Así están las oficinas del Centro de la Mujer presentes en varias comunas de la región, o a través de Fundación Antonia.
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