Equidad de Género

Mujeres emprendedoras de Biobío que transforman sus sueños en realidad

En este 8M conocemos las historias de cuatro mujeres que actualmente lideran sus propios proyectos en distintos rubros.

Emprendedoras de Biobío y sus historias, Diario La Tribuna
Emprendedoras de Biobío y sus historias / FUENTE: Diario La Tribuna

Más allá de los logros individuales, cuatro emprendedoras, tres de ellas de Los Ángeles y una de Mulchén, son el ejemplo de cómo en distintas circunstancias, han logrado desarrollar propuestas de negocios en los rubros de la gastronomía, el arte textil y la terapia ocupacional.

Sus historias las conocemos en esta edición de diario La Tribuna luego de las entrevistas desarrolladas en el Centro de Negocios de Sercotec Los Ángeles. 

DEL MIEDO A LA MOTIVACIÓN: EL SALTO EMPRESARIAL DE CAROLINA VERA 

La elaboración de comidas y platos preparados es la especialidad de Carolina, quien trabaja junto a su familia en una propuesta gastronómica que busca proyectarse en la ciudad de Los Ángeles. 

"El sello del emprendimiento es la calidad de los sushi y la atención de público" describe Carolina Vera Ruiz de Sushi Las Lomas, quien se define como "una persona muy responsable, exigente y detallista".

Carolina, ¿cuéntanos cómo surge tu emprendimiento?

Esto surge por motivación de mi pareja en realidad cuando yo llevaba mucho tiempo trabajando en otro Sushi. En ese tiempo  había abierto como tres locales y funcionaban súper bien y eran bien conocidos acá en Los Ángeles y siempre fui jefa de cocina. Entonces mi pareja me dijo que mejor emprendiéramos y que él me apoyaba.

En principio, dudé de esa posibilidad por miedo hasta que un día me di el valor y empecé con lo mío porque ya iba como en el tercer local que iba abriendo y funcionaba bien. Entonces  me faltaba la motivación y tener seguridad. Nada más que eso.

¿En qué están actualmente?

Ahora estamos atendiendo en nuestro negocio de Parque Urbano Estero Quilque en Ciudades de Chile. Tenemos delivery y retiro en local. No sólo ofrecemos sushi. También pizzas, ceviches, empanadas. Todo es de elaboración al cien por ciento propia.

En tu emprendimiento, ¿cómo fue el proceso de cambio y adaptación en pandemia?

Los años de la pandemia fueron difíciles porque justo nos cambiamos del lugar donde estábamos antes, que era Las Lomas. Nos cambiamos a Ciudades de Chile. Al paso de los meses nos adaptamos a la contingencia porque teníamos nuestros clientes y el despacho a domicilio. En este caso, el repartidor, que es mi pareja, pedía los permisos para poder repartir y no tener problema y yo me preocupaba de preparar toda la producción y hacer el producto.

¿Cómo han sido los procesos de aprendizaje?

Como fui pasando por varios locales tomé lo mejor de cada uno y luego formé mi propia receta. Entonces es como una receta prácticamente única y en el negocio nos complementamos con nuestros hijos y trabajamos en un negocio familiar, desde el proceso de compras, elaboración, pedidos y reparto.

Dentro del proceso de preparación, ¿qué es importante para asegurar un buen producto?

Tan importante como la preparación es la buena atención y el ser responsables. En cuanto a las recetas son de mi autoría, y siempre es el mismo gramaje, por lo que nunca habrá diferencia de peso o de ingredientes entre los productos. Como local nos diferencia la preparación de la salsa agridulce.

¿De qué manera se proyectan?

Actualmente estamos con reparto y retiro en local pero nos proyectamos con instalar un restaurante para que la gente que va a pasear a la Costanera y pueda ir en familia a comer y a sentarse cómodamente y también disfrutar del entorno del parque urbano.

INNOVACIÓN TEXTIL Y SOSTENIBILIDAD AMBIENTAL: LOS SUEÑOS DE CAROLINA SANTANA  

En Mulchén, Carolina Santana Burgos integra la Agrupación Social y Cultural Paihuén conformada por 25 mujeres pero además lidera su proyecto personal: El Taller Peumayén, a través del cual rescata tradiciones ancestrales en el uso de la lana de oveja.

¿Cómo te describes?

Como una persona autodidacta, empeñosa, perseverante.

Soy persistente. Si quiero algo le doy hasta que lo consigo. Puede que me demore un tiempo pero hasta que lo logro sigo porfiando hasta conseguirlo. Siempre estoy buscando cosas nuevas y tratando de innovar. Mis trabajos son de calidad  

y busco nuevas formas de teñir y hacer nuevos tejidos, telares. No me gusta quedarme ahí y marcar el paso.

¿Cuándo nace tu idea de emprender?

Nace hace siete u ocho años. Siempre me gustaron los telares. Empecé con uno cuadrado y uno redondo por un curso que tomé.

Ahí me compré el telar y lo tuve como un año guardado debajo de la cama hasta que un día, mi pareja me dice que por qué no me compraba un telar y le respondí que ya lo tenía. Lo fui a buscar y lo armamos. Empezamos a mirar tutoriales, cómo se sacaba hebra por hebra y lo urdía. Ya después aprendí otras técnicas.

¿Recuerdas tu primer trabajo?

El primero fue una manta. Fue un desafío porque mi pareja quería una manta para él y fue unida en dos paños. Ya después fui vendiendo hasta que me compré un telar grande. Ahora tengo dos telares de 1,60 mts con distintos peines y un telar de cuatro pedales que estoy aprendiendo a usarlo para sacar nuevos productos.

¿Cómo te proyectas con tu emprendimiento textil?

Con hartos sueños. No ando con una maleta pero sí con una caja llena de sueños, con estar en una tienda linda y exportar artesanía de calidad. Esos son mis sueños a futuro, llegar a exportar mis tejidos, poder trabajar con otras emprendedoras, compartir y enseñar lo que he aprendido pero también trabajar en conjunto. Espero en el futuro poder concretarlo.

¿Con qué sueñas?

Mi sueño es llegar a exportar y mis sueños tarde o temprano, los cumplo, a veces se demora un poco.

También me gustaría tener mi propio espacio donde poder hacer mi propia lana. Tener una procesadora de lana usando la materia prima de la esquila de las ovejas de la zona, a partir de la cual se puede hacer otros derivados similares a la fibra aislante para las paredes de las casas porque la lana no se quema.

Actualmente  la lana de calidad que se compra es de Cauquenes, conocida como "la Capital de la Lana". La mayoría de las personas compra afuera la lana y por qué no hacerla acá. Tengo el desafío de aprender pero también de hacer un buen proyecto porque he visto que en la Patagonia, igual hay una red de mujeres, que tienen su propia empresa con lana.

¿Cómo garantizas la calidad de tus productos?

Trabajo con materiales de calidad y teñidos de manera natural.

Ocupo la cáscara de cebolla,  el cuesco de palta, laurel, entre otros. Todo el proceso es natural. Voy buscando e innovando no solo con la lana sino que también con jabones de limpieza mediante el reciclaje porque así ayudamos a cuidar el planeta y a enseñar a otras personas que se puede aportar con un granito de arena.

TRANSFORMANDO VIDAS A TRAVÉS DE LA TERAPIA OCUPACIONAL: EL DESAFÍO DE JEANNETTE PÉREZ 

Janet Pérez Bustos es técnico en enfermería de nivel superior (TENS) y terapeuta ocupacional, tras ingresar a los 42 años a la universidad. Actualmente lidera un equipo de trabajo con presencia en tres ciudades. En Chillán, en Guillermo Francke 225; en Concepción, en calle Salas 546 y en Los Ángeles, en calle José Manso de Velasco 221 oficina 805. 

¿Cómo te describes?

Como una persona perseverante, trabajadora, empática, con capacidad de reinventarse constantemente. Con la capacidad también de retroceder cuando es necesario. Volver a empezar. Cambiar de rumbo cuando también se necesita. Siento que como emprendedora uno tiene que tener esa capacidad de poder adaptarse, de poder reinventarse.  Nosotros hemos ido creciendo paulatinamente. Partimos con una atención muy básica de usuarios que requerían de terapia ocupacional pero actualmente tenemos implementada una atención complementaria en ayudas técnicas y la confección de férulas, órtesis. También con apoyo de cuatro empresas de Santiago se opta a ayudas en caso de necesitar sillas de rueda, camas clínicas, andadores o artículos necesarios para la atención de usuarios en situación de discapacidad.

¿Cómo surge la idea de emprender?

Por distintas circunstancias postergué mi ingreso a la universidad. Yo soy TENS y orgullosa de serlo, porque me ha permitido compatibilizar la carrera que estudie después, Terapia Ocupacional. La verdad es que me da un plus muy distinto porque tengo la base que me da la enfermería. Eso me ayuda un montón para poder entender algunas situaciones que presentan los usuarios.

¿Cómo desarrollas actualmente tu emprendimiento?

En Los Ángeles trabajo con ambas mutualidades y la verdad es que muy agradecida de todo lo que ellos nos dan y de todo lo que ofrecen a los usuarios principalmente porque los sistemas de mutualidades casi nadie los conoce pero son sistemas muy buenos que se preocupan mucho por los usuarios principalmente con aquellos que han quedado pensionados.

Ellos entregan ayudas técnicas que son apropiadas para su incapacidad. Nosotros, con un equipo multidisciplinario, estamos insertos en ese sistema, a través de la Ley 16 mil 744. Nosotros participamos en el proceso de rehabilitación de los usuarios en base a actividades para que los usuarios puedan rehabilitarse.

Dentro de la contingencia, principalmente sanitaria producto de la primera etapa de la pandemia, ¿Cómo fue el proceso de reinvención?

Esos primeros meses de la pandemia y para mí, a diferencia de la mayoría de las personas, aumentó el trabajo. Tuve que empezar de manera más constantes a hacer visitas a empresas porque había que adecuar algunos puestos de trabajo, cumplir con los aforos necesarios. En ese momento debí contratar una colega para que me ayudara a hacer el tratamiento y yo seguir solamente con las salidas a terreno.

Yo manejaba mi tiempo y me organizaba por sectores. Eso fue generando más trabajo y teníamos mayor capacidad para atender usuarios, derivando en la contratación de otros nuevos profesionales. Al año siguiente me pidieron abrir una consulta similar a la que tenía los Ángeles pero en Chillán para los mismos usuarios de las mutualidades.

Desde ahora, ¿Cómo te proyectas?

Sin duda, con un taller de mantención. Estamos implementando ese taller de sillas de ruedas. Creo que uno tiene que ir agregando a su negocio lo que más pueda porque eso te va a permitir también llegar a mayor cantidad de usuarios. Eso permitiría atender más personas y poder lograr y resolver más requerimientos de los usuarios.

LA MODA CON IDENTIDAD TEXTIL: LA ORIGINALIDAD DE FERNANDA A. LABLEÉ  

Fernanda A. Lableé, redefine la moda a través de la originalidad y la expresión personal. Para esta emprendedora angelina, la moda va más allá de prendas; es una herramienta de identidad individual. En su tienda no solo vende ropa, sino que busca inspirar a cada cliente de manera personalizada, potenciando su autenticidad y proyectando seguridad a través de su estilo.

¿Cómo te defines como profesional?

Soy una persona un poco excéntrica. Me gusta mucho la originalidad, mezclar el arte con el diseño. Me interesa mucho la cultura textil y siento que Los Ángeles un buen nicho para experimentar la cultura textil.

¿Cuál es el sello de tu emprendimiento?

La identidad a través del textil. El conocerse uno mismo, saber qué es lo que nos inspira y expresar a través de la ropa, eso es lo que intento vender en mi tienda e inspirar a otras personas. No es necesario solo vender sino que también inspirar a todos mis clientes a que se vistan como quieran sin importar lo que piensen los demás sino más bien proyectar seguridad.

¿Cómo surge esta idea que conviertes en un emprendimiento?

Es un proyecto de vida que parte de una necesidad cuando estudiaba en la universidad. Como necesitaba plata entonces empecé a vender mi ropa y después ya se transformó en un hobby y luego en un emprendimiento, que ya me daba para vivir hasta el día de hoy que ya tengo una marca y está mucho más consolidada.

¿En qué año comienzas este desafío?

En 2016 y actualmente trabajo con dos amigos que se ocupan de las redes sociales, que es lo que a mí más me cuesta, estar en las redes sociales y hablar con la gente.

En lo cotidiano, ¿Cómo has ido creciendo en el arte del textil?

Crecí harto en Santiago, primero porque allá la gente, como hay más personas, se preocupan más de cómo se visten. 

Te juzgan menos por cómo te vistes y cuando llegué a Los Ángeles avancé de a poco. Me costó encontrar al cliente justo, 

a las personas que querían vestirse distinto y hoy en día ya tengo un pequeño grupito de clientas como más fieles que apañan mi trabajo.

¿Cómo te proyectas?

Actualmente somos tres personas las que estamos trabajando.  Cristian, Natalia y yo. Espero crecer como marca. Me encantaría especializarme en arte textil y después traspasar ese conocimiento a otras personas. Siento que esa formación

está un poco alejada de la ciudad de Los Ángeles y muy centralizada en Santiago. Me gustaría seguir aprendiendo y compartir esos aprendizajes.




matomo