Identidad

Cantor popular nacido en Alto Biobío y su camino por preservar "el canto a lo simple"

En entrevista con diario La Tribuna relató que con su canto y su guitarra busca mantener la identidad del territorio, llevando las raíces del campo a las nuevas generaciones

Armando Queupil en Cantos del Río al Mar , Gentileza de A.Queupil
Armando Queupil en Cantos del Río al Mar / FUENTE: Gentileza de A.Queupil

Armando Queupil cantor popular campesino, originario del sector Las Vegas del Queuco, en la comuna de Alto Biobío, ha dedicado su vida a preservar las tradiciones y vivencias del territorio, rescatando con sus creaciones, "el canto a lo simple".

Nació el 27 de septiembre de 1975, en la zona cordillerana de la provincia de Biobío, "cuando nací me recibió mi abuela, me pegó unos palmazos y de ahí que estamos metiendo boche" dijo en una de las entrevistas anteriores publicadas en diario La Tribuna.

En esta publicación, Armando abordó su visión del patrimonio cultural, el presente de la paya y su propio recorrido como cantor popular campesino.

Como seguidor y admirador de los payadores y poetas populares, se une a lo expresado por la Asociación Nacional Gremial de Trabajadores de la Poesía Popular, Poetas y Payadores de Chile Agenpoch para recalcar la importancia de respetar la tradición de la paya chilena, un arte con métrica rigurosa y profundas raíces en la historia del país.

Pregunta:   ¿Por qué es importante preservar y respetar nuestro patrimonio cultural?

Respuesta:    Es muy importante preservar y respetar nuestro patrimonio cultural porque no podemos echar por la borda el trabajo que han hecho tantas personas por dejar plasmado a través de alguna obra, a través del arte y que nos identifica como sociedad a través de la cultura también.

Nosotros podemos preservar valores que se han perdido mucho por estos tiempos y que hacen falta cada vez más. Si uno se fija en las generaciones que se vienen es importante poder inculcar nuestra cultura, el valor de nuestro patrimonio. Entones si lo destruimos estamos destruyendo también nuestra identidad.

P.     ¿Crees que esta forma de mantener nuestro patrimonio está en peligro o ves un resurgimiento en su práctica?

R.     El futuro de esta tradición en nuestro país es preocupante. Por un lado, conversando hace poco con el destacado payador Manuel Sánchez, que estuvo por acá en Los Ángeles hace muy poco, junto a varios maestros de la disciplina, en el Teatro Municipal. Junto a Manuel analizábamos el escenario actual. Me contaba que él recorre varios lugares compartiendo en talleres con personas más jóvenes, que se han ido interesando en aprender este arte. Quiero destacar aquí en Los Ángeles a don Héctor Ojeda que es una persona que está entrando a lo que es este arte. Eso da alegría y da gusto que personas jóvenes o nuevas generaciones se vayan interesando y haciendo el esfuerzo de poder tomar el guante y llevarlo adelante cierto. Pero lo que es preocupante es cuando vemos a las autoridades, a las personas que de alguna manera son encargados de hacer cambios o inculcar ciertas áreas en la educación y también en los medios de comunicación. El gremio Agenpoch se refiere al mundo político y tiene mucha razón porque uno no ve un interés de poder ir al rescate de un patrimonio tan importante y de otros tantos más, que son parte de nuestra de nuestra cultura. Entonces me cuesta, pero también hay que asumir la realidad, pero es un arte que está en peligro de desaparecer. No quisiera pensarlo así, pero si uno analiza a personas que debieran de darle importancia a este arte es preocupante.

P.         ¿De qué manera consideras que la paya contribuye a mantener viva la identidad de los pueblos y las tradiciones, especialmente en zonas como Alto Biobío?

R.         Considero que la paya sí contribuye a mantener viva la identidad de los pueblos en este caso en Chile y el mundo campesino y rural más que nada por su forma especial de expresión, que está basada en la poesía. Hay un rescate importante en la parte musical porque se luce el guitarrón chileno, que es propio de nuestro país y también la guitarra con un afinar campesino de una guitarra traspuesta, que identifica a la tradición campesina, a las cantoras y a los cantores. Entonces, sí contribuye a las tradiciones del territorio.

En lo que tiene relación con Alto Biobío hay mucha aceptación con lo que es el canto simple, utilizando la guitarra con algunas características campesinas.  

P.         Como cantor popular y defensor de las tradiciones, ¿cuál es el principal desafío para educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de respetar la esencia de la paya tradicional?

R.         Yo soy cantor popular campesino del canto simple nada más, pero sí, muy respetuoso admirador de los cantores populares como los cantores a lo poeta, quiénes son los verdaderos autorizados para cuando hablamos de paya.

Tengo mucho respeto por ellos, y con Agenpoch hacemos eco de llamado de Agenpoch porque se debe cumplir muchos requisitos para que podamos hablar de Paya. Mi desafío es sumarme, hacer justicia por ellos y hacer eco a través de mis presentaciones y dejar en claro que yo soy cantor popular campesino, del canto simple pero muy respetuoso y admirador de ese trabajo y que podamos ir al rescate de este patrimonio.

P.         Armando, cuéntanos ¿en qué estás actualmente? ¿Cómo ha sido este último año?

R.        Actualmente me preparo para estas festividades patrias con algunos compromisos para amenizar actividades dentro de la zona del Bío Bío y de La Araucanía. Este último año ha sido un poco más lento con una baja notoria en las actividades. He estado promocionando y trabajando en la difusión de mi quinta producción, que se llama "Porque Soy del Biobío". Todo a través de las plataformas digitales como es ahora la cosa. Ya pasadas las Fiestas Patrias con la esperanza de que se retomen muchas actividades que tienen relación con lo costumbrista, donde por ahí tenemos posibilidad de participar y llevar nuestro canto. También pensando en poder plasmar más adelante, una nueva producción y poco a poco reuniendo material ir dando señales e ir aportando a través del canto simple a nuestras tradiciones de los campos de nuestro Chile.




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