Identidad

De la tradición al olvido: Comerciante angelino busca mantener el uso del sombrero huaso

Mario Lama Sánchez señaló que "la gente piensa que la moda de los sombreros va desapareciendo y eso no es así, el sombrero no ha desaparecido lo que pasa es que el artículo ha desaparecido porque las fábricas chilenas casi ya no existen".

Sombrero, La Tribuna
Sombrero / FUENTE: La Tribuna

Mantas y sombreros flamean con el viento, mientras Mario Lama Sánchez atiende a clientes que buscan un sombrero para distintos eventos de fiestas patrias. Bajo el nombre de Lamylam, está uno de los pocos locales de sombreros que aún se mantienen en Los Ángeles.

Mario, una persona mayor de carácter reservado que lleva aproximadamente 20 años trabajando en el rubro de los sombreros, conversó con diario La Tribuna en relación con estos accesorios típicos e identitarios del campo chileno, como lo es el sombrero en todos sus matices. 

"Cada día está más difícil vender un sombrero porque hay muchos que llegan de contrabando de Bolivia muy corrientes, de paño ordinario que se vende entre 20 y 30 mil pesos. Y acá los valores en este local son diferentes, son sombreros más caros que pueden costar un 50% más porque de mejor calidad", comentó. 

Desde su experiencia en el rubro, observa la desvalorización del sombrero

huaso chileno. Asegura que, con la llegada del gorro y el jockey americano, de bajo costo, la gente ha olvidado y el valor que tiene un artículo de calidad.

"Si usted camina por la calle y ve pasar diez hombres, siete andan con un gorro o jockey americano de esos que dicen arriba New York, vemos que el gorro americano desplazó en cierto modo al sombrero porque ese jockey llegó como en 1980, se masificó y después se explosionó la cosa, porque ahora llega por tonelada y son más económicos".

RESCATAR Y PRESERVAR TRADICIONES

Pero lo barato no reemplaza la clase, la cultura ni calidad del producto, en el acogedor local Lamylam, donde Mario sigue importando sombreros modelos indiana de fieltro fabricados en Ecuador, así como también boinas británicas, y otros modelos clásicos y patrimoniales en la historia de Chile.

"La gente piensa que la moda de los sombreros va desapareciendo y eso no es así, el sombrero no ha desaparecido lo que pasa es que el artículo ha desaparecido porque las fábricas chilenas casi ya no existen". 

En un balance de vísperas de fiestas patrias Mario hace una comparación en sus ventas actuales con la de años anteriores y asegura que cada vez se nota más la poca motivación de los jóvenes por tener un sombrero de caballero de buena calidad. 

"En relación con otros años, las ventas en porcentaje han sido bajísimas, no llega más allá del 30%. Las ventas están muy bajas, una persona ya no vive vendiendo sombreros, así hemos subsistido porque el terreno es familiar y no pagamos arriendo, no pagamos trabajadores, pero si debiéramos pagar esas dos cosas no puede surgir un negocio de estos."

Finalmente, Mario se refirió al desinterés por parte de la comunidad en conocer las tradiciones, raíces, y costumbres de Chile, de sus antepasados, y sobre todo del huaso chileno, que es quien representa la identidad del territorio y su campo.

"Mucha gente viene aquí a pedirme un gorro, parece que no cachan el mote que un sombrero de huaso no es un gorro, o me dicen que quieren una chupalla y muestran un sombrero, es como una cosa desconocida el sombrero de huaso. Yo encuentro que es una ofensa para un huaso decirle que anda con un gorro, será que no tienen acceso a la cultura del campesino; no tienen idea".




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