Regístrate Regístrate en nuestro newsletter
Radio San Cristobal 97.5 FM San Cristobal
Diario Papel digital
La Tribuna

A 100 años de una carrera épica que marcó una etapa en la historia de Los Ángeles

por Juvenal Rivera Sanhueza

En 1925 en Los Ángeles, un caballo compitió contra Chevrolet modelo 490 en un tramo de 30 kilómetros hasta los Saltos del Laja para demostrar cuál de los dos era más rápido. ¿Quién ganó? Léalo en la siguiente crónica.

Ilustración de la carrera entre un automóvil y un caballo entre Los Angeles y los Saltos del Laja. / La Tribuna

Fue una carrera única. Un desafío que no está claro cómo ni porqué se inició. La publicación del diario del siglo de marzo de 1925 no aporta mayores antecedentes al respecto.

Lo que sí es cierto es que fue un desafío de marca mayor, un acontecimiento que sacó a la ciudad de su habitual parsimonia y aletargamiento. Fue un tema que dio que hablar por mucho, mucho tiempo.

Era la competencia del animal contra la máquina. En una esquina, caballo con su jinete, y en la otra, un automóvil Chevrolet del año 1915.

¿La distancia? Los 30 kilómetros que separan a Los Ángeles de los Saltos del Laja.

¿El objetivo? Demostrar que cuál de los dos era más rápido, si el caballo que había usado desde siempre o ese ruidoso armatoste recién aparecido en las calles de la ciudad.

No solo fue una carrera ocurrida hace justo 100 años. También fue la presentación de un cambio de época, un punto de inflexión que marcaría un antes y un después.

Hay que tener presente que el primer automóvil en Chile llegó en 1902 de la mano del comerciante de Valparaíso, Francisco Rojas. Importó un Darracq, que causó sensación cuando circuló por las calles del puerto.

Sin embargo, debieron pasar muchas décadas antes que se masificara su uso. No solo por su elevado costo - tener un auto fue un lujo hasta no hace mucho tiempo - sino porque no contaba con vías adecuadas para que circularan. Recién en la década del 30 se comenzaron a pavimentar algunos caminos para unir ciudades. En esa misma época se empezó a perfilar la Ruta Cinco Sur, como parte de la Carretera Panamericana que unía al continente de norte a sur. Muchas vías no existían o eran débiles huellas que se extraviaban en la espesura de los bosques.

De hecho, en la fecha de la carrera entre Los Ángeles y los Saltos del Laja había solo una huella, no un camino definitivo (recién se perfiló en la década siguiente), que no tenía puentes ni nada parecido para cruzar los numerosos ríos y esteros (Rarinco, Huaqui, Las Pozas y Caliboro). Es decir, se debían vadear en las partes menos profundas.

En la mañana de ese domingo 8 de marzo de 1925 hubo gran expectación en lo que ahora es la zona de la tenencia Centenario, a la salida norte de la ciudad (en la nota de prensa se habla de Villa Alegre, que era como se llamaba originalmente la Villa Hermosa).

Como si no fuera suficiente, la carrera tuvo un inesperado ingrediente extra: la noche anterior hubo una intensa pero breve lluvia que incluso hizo temer que la competencia se aplazara.

Pero nada de eso sucedió. A las ocho se esperaba que el automóvil y el caballo con su jinete estuvieran en el punto de largada, pero el vehículo lo hizo con algunos minutos de retraso. El juez de la carrera, Pedro Tihista, decidió que largara el caballo. El tiempo de ventaja se abonaría al final de la carrera para el automóvil Chevrolet de 30 HP, muy probablemente el modelo 490, con motor de cuatro cilindros y 2.8 litros, capaz de alcanzar unos 65-75 km/h en buenas condiciones (ese Chevrolet era la competencia directa al famoso Ford Modelo T).

Su chofer era José Seguel, quien iba acompañado del mecánico y dueño de la máquina Carlos Gutiérrez, apodado "el Negro", y un señor de apellido Gómez, representante de una tienda de repuestos.

De acuerdo al relato de la crónica escrita en el diario El Siglo, pese a la ventaja inicial, el jinete erró en la ruta, lo que le hizo perder valioso tiempo al tener que rectificar para continuar a destino. Hay que tener presente que un caballo bien entrenado puede galopar a 30-40 km/h por varios kilómetros, pero para correr una hora seguida necesita reducir la velocidad a un trote sostenido de 10-20 km/h, dependiendo del terreno y la condición del animal. En el trayecto hacia los Saltos del Laja en 1925, con ríos y caminos irregulares, el jinete habría tenido que alternar entre galope y trote para no agotar al animal.

Para el automóvil, el gran detalle eran los ríos. Su conductor debió ser muy cauteloso para franquear esos obstáculos, y aprovechar los espacios llanos para avanzar mucho más rápido.

El redactor de la crónica hizo una detallada descripción azaroso viaje del grupo de excursionistas que se trasladó poco antes a los Saltos del Laja para observar la llegada de la carrera. A bordo de un camión iban 16 personas todas apretujadas, que tuvieron que vivir todo tipo de peripecias para llegar a destino.

Al cabo, el ganador objetable fue el automóvil. Cubrió los 30 kilómetros en 49 minutos, es decir, cerca de 35-37 kilómetros por hora, una velocidad increíble para la época. Una hora y media después lo hizo el jinete y su cabalgadura, cuyos nombres no fueron mencionados, quizás por el oprobio de la derrota.

El "Negro" Gutiérrez era el más contento con el triunfo. Destacó el rol de su conductor no aflojó el acelerador durante toda la carrera, pese a que la mayor parte del camino lo catalogó como quebradizo y arenoso.

Después hubo un banquete en grande para celebrar: pollos asados, huevos duros y sandwichs diversos, todo regado con abundante chacolí. Fue tanta la ingesta que algunos de los asistentes casi se trenzan a golpes y en el viaje de retorno, todos se volvieron durmiendo plácidamente, de acuerdo al cronista.

Sin que sus participantes y asistentes lo supieran, o siquiera lo intuyeran, ellos fueron protagonistas de un hecho que marcó una época. Como lo nuevo se abría camino y dejaba atrás lo viejo, como el automóvil ya irrumpía con mucha fuerza para dejar atrás al caballo, que fue el medio de transporte por excelencia durante los siglos anteriores. Literalmente, un nuevo mundo se estaba abriendo camino...

Síguenos: Google News
banner redes
banner redes banner redes banner redes banner redes banner redes

¿Quieres contactarnos? Escríbenos a prensa@latribuna.cl

Contáctanos
EN VIVO

Más visto