Especialistas de la Universidad de Chile y el Centro de Ciencia del Clima y Resiliencia realizaron un balance del invierno de 2022 y el futuro con el cambio de estación, respecto a los efectos del cambio climático y la sequía.
Según los investigadores, las precipitaciones aumentaron este año en comparación a otros, lo que ayuda a aumentar los caudales de los ríos y los niveles de los embalses. Sin embargo, no bastaría con un invierno húmedo para superar la megasequía.
Cabe destacar que gracias al importante registro hídrico del invierno, el ministro de Obras Públicas, Juan Carlos García, descartó el racionamiento de agua para la primavera del 2022 y el verano de 2023 en las regiones de Coquimbo, Valparaíso y la Metropolitana.
Sin embargo la sequía, que no ha terminado e, incluso, en la zona central con un año normal de precipitaciones no se revertirían los últimos 12 años de megasequía.