Después de tres años consecutivos con la presencia del fenómeno de La Niña en Chile, climatólogos y meteorólogos decretaron oficialmente el término de su presencia en el planeta. "La última vez que esto ocurrió (la presencia de La Niña durante tres años consecutivos) fue entre el año 2000 y 2002 (hace 20 años)", señala Raúl Cordero, climatólogo de la Universidad de Santiago, dando cuenta de lo inusual de la recurrencia de este fenómeno.
A través de su cuenta de Twitter, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (Noaa, su sigla en inglés), anunció el término de la presencia del fenómeno. El fenómeno de La Niña se asocia a bajas precipitaciones en la zona central, por lo que el fin del fenómeno mejora las posibilidades de que el 2023 sea menos seco que años anteriores.
FIN DE LA NIÑA PODRÍA TRAER EFECTO CONTRARIO
Con el fin del fenómeno, surge la duda de cómo será el invierno en el país. Si bien aún es prematuro hacer proyecciones, se estima que el país entre en una fase neutra y que incluso, pueda darse el fenómeno contrario: El Niño. Según pronósticos de la Agencia Oceanográfica y Atmosférica de Estados Unidos (Noaa), existe más de un 50% de probabilidad de que El Niño se presente a mediados de este año. El Niño se asocia a precipitaciones en la zona central.
Dicha zona fue precisamente la que vivió, desde 2019, años muy secos, con un déficit de precipitaciones de cerca del 50%. Es posible que La Niña haya influido negativamente en las precipitaciones registradas en los últimos tres años, por lo tanto el final de este es esperanzador. La persistencia del fenómeno de La Niña durante el otoño y el inicio del próximo invierno disminuirían las chances de que las precipitaciones durante este año se acerquen o superen los rangos de cantidad normales.